Una ola de calor que afecta a Australia provocó que Sídney rompiera récords de temperatura y que el peligro de incendios aumentara en una amplia zona del país.
Durante el fin de semana, Sídney registró días consecutivos a más de 40 grados Celsius, una cifra que no se había alcanzado en noviembre en 160 años de datos recopilados.
La ciudad de Australia también vio su noche de noviembre más calurosa, con 25.3 grados Celsius el domingo. Ese día, por la tarde, la temperatura alcanzó los 42.6 grados.
En un desarrollo similar a los eventos que llevaron a los devastadores incendios de la temporada 2019-2020, millones de australianos atraviesan una ola de calor récord que ha provocado cientos de fuegos forestales en Nueva Gales del Sur, Victoria y Queensland.
Se pronostica que la ola de calor en curso continuará esta semana en Nueva Gales del Sur y Queensland, dijo Dean Narramore, meteorólogo de la Oficina Australiana de Meteorología.
"Si bien las ráfagas de calor y las olas de calor son normales para esta época del año, lo que hace que esta ráfaga de calor sea excepcional son las temperaturas de hasta 18 grados Celsius por encima del promedio y muchos lugares batiendo récords", explicó Narramore.
Por lo general, las altas temperaturas en Australia llegan durante enero, que es el apogeo del verano en el hemisferio sur.
Los incendios de la temporada 2019-2020 quemaron más de 10 millones de hectáreas, destruyeron más de 2 mil 500 estructuras y terminaron con la vida de casi 30 personas. La Universidad de Sídney estimó además que cerca de 500 millones de animales murieron.