Los precandidatos y sus posibilidades

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YA ENCARRILADO el proceso para que los partidos determinen sus candidatos a la gubernatura y para que los aspirantes independientes reúnan los requisitos para obtener sus registros, de los que más se habla es de los panistas pues son 4 precandidatos y en sus campañas andan recorriendo el estado. Es notorio que los 4 quieren hacer notar su aceptación social y que tienen alta preferencia en el electorado, lo que los haría buenos candidatos pero en este caso hay dos factores, el externo, que es en el que quieren hacer notar que brillan, y el interno, que es en el que quieren influir haciendo notar su amplia aceptación, ya que la elección del candidato será por votación de militantes. Aunque sea atractivo para ellos decir que medio San Luis Potosí, o más, piensa que son los mejor preparados, los más capaces y hasta los más bonitos, los que van a decidir son un grupo, limitado a quienes tienen la categoría de miembros del partido. En ese contexto, Sonia Mendoza, Octavio Pedroza y Marco Gama, se desplazan en un suelo muy pisado por ellos pues en mayor o menor grado, cada uno, ha recorrido el estado por las veredas y recovecos del panismo. Conocen los liderazgos, han interactuado con ellos, compartido proyectos, tenido desavenencias, discrepancias, enfrentamientos y reconciliaciones, tienen identificación y conocen sus puntos de coincidencia, saben cómo arreglarse y en qué pueden ser irreconciliables.

EN ESE TERRENO, Xavier Nava, no sabe mucho de andaduras, pues si bien llegó a la alcaldía bajo las siglas del PAN, su candidatura fue producto de circunstancias y coyunturas específicas. La diputación federal la logró por el PRD y, en cierta forma, bajo el cobijo del gallardismo, en ese entonces en su apogeo. Como alcalde, siempre mantuvo un trato algo distante con los regidores del PAN y con el PAN mismo, al evadir las peticiones de que se afiliara. Incluso el nombramiento del alcalde interino,  provocó fricciones pues maniobró para que fuera alguien de su proyecto y no la regidora a la que consideraban le correspondía la posición. En la actual jornada política esos desplantes, que algunos panistas consideran agravios, le pueden salir caros. Según versiones que nos han llegado, a su desconocimiento del entramado partidista y a la reticencia a integrarse plenamente a sus filas, se debe que ahora, en los municipios que ha recorrido, tenga poco respuesta de los blanquiazules de verdad, los que van a acudir a los centros de votación para decir quién los debe representar.

LO CIERTO TAMBIEN es que todos buscan hacer notar que su popularidad rebasa la esfera partidista, porque al final, el que quede como candidato del PAN, tendrá que participar en una serie de sondeos, encuestas o algún tipo de ejercicio de esos, para ver quien es el favorito en las preferencias y de ellos dos salga el candidato de la coalición, de los dos porque se da por un hecho que los otros dos partidos que integran la coalición, Conciencia Popular y PRD, se sumaran al que esas dos fuerzas decidan. Por eso creen que es importante hacer notar sus simpatías en todos los núcleos sociales, pero eso de nada les servirá, si no convencen primero a los que integran su plataforma de lanzamiento.    

DONDE TAMBIÉN son 4, para que quede sólo uno, es en el caso de los aspirantes independientes. Ellos tienen que conseguir, con ciertos requisitos y librados a sus propios medios pues carecen de financiamiento y una estructura como la de los partidos políticos, unas 43 mil firmas de respaldo de ciudadanos de todo el estado. Esas firmas deben ser recabadas mediante una aplicación, con la credencial de elector, y serán revisadas, para su validación, por el CEEPAC. Difícil parece la tarea para Gerardo de la Rosa, José Arturo Segoviano, Francisco Posadas y Juan Carlos Machinena, que son los aspirantes registrados en esa, digamos, categoría. Gerardo de la Rosa, desde el 2000 tiene participación en candidaturas de partidos pequeños, fue asesor de un grupo de taxistas, y en las elecciones del 2015, en las elecciones municipales, dejó una candidatura para apoyar a Ricardo Gallardo Juárez, quien lo hizo funcionario municipal. Francisco Posadas, es un médico que ha tenido participación en la función pública, fue secretario de Salud, con Fernando Toranzo. Juan Carlos Machinena, es el que más trayectoria tiene, pues ha sido funcionario en varias dependencias estatales y federales, últimamente en el INAH, como delegado, dirigente de la CNOP y de algunas agrupaciones priistas. Pertenece a organizaciones liberales, figuró entre los aspirantes a la candidatura del PRI, y luego se decidió por la vía independiente. Arturo Segoviano, es el que puede presumir autentica independencia de lo político o lo partidista pues su trayectoria ha sido empresarial y académica. Fundador y rector de la Universidad Potosina y de otras instituciones educativas diseminadas en varios estados de la república, miembro de grupos y asociantes de empresarios, no estaba en la lista de quienes se podía espera un proyecto de esos. Para todos reunir las firmas es algo difícil y complicado y no sería raro que se quedaran en el intento, pero en política no hay nada escrito, si fue sorpresivo que Segoviano se apuntara, ahora la gran sorpresa es que ya reunió 45 mil firmas -de las cuales más de 30 mil han sido validadas, según datos que dio a conocer su equipo de campaña- y buscan triplicar esa cantidad pues dicen que su meta es llegar a los 150 mil respaldos.

SI NO TIENE PERFIL y trayectoria política, Arturo Segoviano, su coordinador de campaña sí, pues se trata de Juan Pablo Escobar Martínez, quien fue diputado local, federal y presidente del PAN y son conocidas sus habilidades como operador político. Para la democracia es bueno que haya alternativas y que estas tengan un perfil de seriedad y profesionalismo, no de mera ocurrencia y oportunismo como a veces ocurre. Que haya un candidato independiente, con los requisitos y claridad de financiamiento que exige la legislación, es bueno y hasta necesario para nuestra sociedad.

LO QUE PARA MUCHOS resulta extraño, incongruente e inexplicable, es que el PRI y el PAN vayan ahora muy juntos cuando fueron durante muchos años, toda su existencia, los extremos opuestos. El PRI era la imposición y el PAN la oposición, decían hace algunas décadas. Luego se vinieron las llamadas concertacesiones, en las que ambas fuerzas, para efectos de gobernabilidad, concertaban acuerdos y  algo cedían, para llevar la fiesta en paz, pero manteniendo cada una su posición doctrinaria. Ahora la coalición  es diferente, están los dos partidos en la misma trinchera. Eso se hace raro porque se nos olvida la historia, para que esta patria naciera se tuvo que dar el Abrazo de Acatempan. El acuerdo del jefe de los ejércitos realistas, Agustín de Iturbide, con el de las fuerzas insurgentes, Vicente Guerrero. Ahí la única condición fue que hubiera independencia del país ante España y cualquier nación, y libertad garantizada para todos. Las aparentemente irreconciliables fuerzas militares se unieron para formar el Ejército Trigarante y se acabó esa confrontación que dividía a nuestro pueblo. Esos acuerdos no son malos, entonces, si tienen un objetivo común y van mejorar las condiciones de nuestra nación. Si por San Luis, se llama esta coalición que algunos consideran promiscua, mezclada de forma confusa, para que no piensen en otra connotación del término. NOSOTROS DECIMOS:

Aunque parezca desliz

Y suene la mezcla extraña,  

Si es sincero el Sí por San Luis.

¡Que haya suerte en su campaña!    

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