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autos y motos
Atracción 360 | 28/11/2020 | 03:07
Mientras nos desplazamos a bordo del Jimny por uno de los tramos de terracería más complicados de los alrededores de Avándaro, en Valle de Bravo, su hábitat natural, no podemos evitar pensar en que Suzuki se salió con la suya, pues durante mucho tiempo supieron guardar la noticia de que este pequeño vehículo todoterreno sí desembarcaría en nuestro territorio, inclusive la compañía lo negó rotundamente cada vez que el tema salía a relucir en algún evento o conferencia de prensa recientemente.
Sin embargo, aquí estamos, felices y sonrientes, sentados detrás del volante de esta pequeña, pero eficaz, máquina para el off road. Si como nosotros nunca has manejado un Jimny, podemos adelantarte que tendrás que acostumbrarte a un habitáculo estrecho (pero no incómodo) en el que el sonido de los engranes de la transmisión en movimiento resulta claramente perceptible cuando estás en movimiento, pero del que quedarás muy sorprendido por lo fácil que resulta manejarlo, por su nivel de equipamiento y por toda la diversión que te entregará a manos llenas.
Definitivamente no podemos ignorar el hecho de que el Jimny es un todoterreno puro, con ambos ejes rígidos, neumáticos de perfil muy alto enfocados para terrenos difíciles, así como una carrocería muy alejada del suelo que eleva su centro de gravedad, lo que implica que sobre el asfalto tenga reacciones nerviosas y que la dirección se perciba sobreasistida y poco comunicativa.
Pero es que el ambiente natural del Jimny no es la carretera, sino todo lo que ocurre fuera de ella y eso debe quedar muy claro. El motor es un buen punto de partida para empezar a evaluar al Jimny. Bajo el cofre vive un motor atmosférico de cuatro cilindros y 1.5 litros, el cual genera 102 caballos de fuerza y 96 libras pie de torque, acoplado en nuestro caso, a una transmisión manual de cinco velocidades ( también existe una automática). Quizá no parezcan grandes cifras, pero gracias a su bajo peso, el cual ronda la tonelada, no es de extrañar que sea un vehículo muy ágil.
Visto desde este ángulo hay potencia más que suficiente, sobre todo a medio régimen de revoluciones, para desplazarse por cualquier terreno. De cara a superar obstáculos, el Jimny juega en la liga de los grandes todoterrenos.
Para ello cuenta con un conjunto de superpoderes. Por un lado, sus dimensiones compactas le permiten enfrentar caminos realmente complicados y dar la vuelta en espacios muy reducidos. Cuando hablamos de superpoderes nos referimos no sólo a los generosos ángulos de entrada, ventral y salida, sino también a una altura mínima al suelo de 21 centímetros marcada por las carcasas de los diferenciales.
Por otro lado, su ligereza es un arma definitiva a la hora de moverse sobre la tierra suelta o el lodo, como pudimos comprobar en nuestro recorrido. En este sentido ayudan, además de una caja reductora, que permite disponer del torque del motor a baja velocidad, su esquema de suspensión suficientemente elástico y de amplios recorridos para evitar que el terreno y los resortes de peleen, mientras que su amortiguación es lo suficientemente firme para asegurar que las ruedas recuperen su posición tan pronto como sea posible.
El Jimny cuenta con las asistencias electrónicas justas y necesarias para suplir la falta de un bloqueo trasero, de un motor más grande o de una reductora más desmultiplicada que retengan con más contundencia el vehículo. De esta forma, el Jimny equipa un sistema de arranque y descenso en pendientes, así como un control de tracción.
Pero quizá la mayor arma del Jimny sea su robustez, pues todos sus componentes fueron diseñados para soportar un uso intensivo fuera del asfalto. De hecho, el chasis en escalera que da sustento a todo el conjunto, es 1.5 veces más rígido que el de la generación anterior, mientras que los ejes cuentan con secciones de acero de alto índice elástico.
Lo mejor es que la vida a bordo del Jimny es muy cómoda, sobre todo tratándose de un vehículo de estas características, pues además del confort de los asientos, cuenta con aire acondicionado, una pantalla táctil a color de 7 pulgadas del sistema de infoentretenimiento, con conectividad Apple CarPlay y Android Auto, así como vidrios y espejos eléctricos, entre otras amenidades.
Finalmente, tenemos dos noticias, una buena y una mala. La buena es que si te compras un Jimny te estarás llevando contigo un pasaporte directo a la aventura extrema, aunque nunca te enfrentes con él a un escenario fuera del asfalto muy complejo. La mala es que las primeras mil unidades que llegaron a nuestro territorio ya tienen dueño, así que tendrás que esperar a que Suzuki abastezca de nuevo sus agencias con más vehículos.
Ficha técnica
