La mejor manera para no tomarte las cosas de manera personal

Seguramente te ha pasado: tuviste una conversación o un enfrentamiento en el trabajo o en tu casa y te vas directo y sin escalas a tomarlo todo de manera personal. Tu mente de repente se ve inundada con frases como "seguro me odia", "lo dijo para lastimarme" y mil cosas más, sin olvidar que pasarás cinco días pensando en eso... y sí, la otra persona seguro duerme en paz porque simplemente hizo un comentario y nada más. O si lo dijo como una crítica destructiva, logró el cometido de molestarte.

Tranquila, TODOS pasamos por eso. Sin embargo, expertos en psicología afirman que hay maneras de controlar este tipo de situaciones y que no tienes por qué torturarte. Es por eso que ahora te damos cinco tips infalibles para aprender cómo no tomarse todo de manera personal.

Toma las cosas de quien vienen

Si alguien de confianza te dijo algo para que mejores o para que veas las cosas de otra manera, en lugar de tomarlo de una manera negativa, piensa que esa persona seguro te lo dijo por tu bien y para que mejores como persona. En cambio, si tuviste un enfrentamiento con alguien que te conoce poco o de manera superficial, los expertos recomiendan que hagas una depuración: toma sólo lo que te sirve y desecha lo que parece destructivo. De todo se puede aprender, y el truco está en no darle poder a las personas que no te quieren ver crecer.

Si crees que un comentario es para atacarte, ¡habla!

Si crees que una persona está diciendo algo contra tu trabajo o está mandando indirectas que te dejarán con ansiedad, los expertos dicen que seas directa y hables. Puedes hacerlo desde una manera pacífica y no incendiaria: "¿hay manera en que podamos resolver esto?" "¿podrías explicar cuál es el problema para que busquemos una solución?" y si crees que las ofensas son muy directas, también es válido que digas algo. Hay que armar estrategias, especialmente en el tema laboral, pero nadie tiene el derecho de ofenderte o atacarte, y ahí entra la importancia de poner límites. ¡No lo olvides!

No puedes controlar lo que sienten los demás, pero sí puedes controlar lo que sientes tú

Esta es una regla de vida básica, que aplica a confrontamientos, discusiones, debates y un eterno etcétera. Las personas siempre darán críticas, y si bien puede que no las hagas cambiar de opinión, lo que siempre puedes fortalecer es tu madurez emocional para digerir ese tipo de situaciones. Como dijimos anteriormente, toma lo que te sirva para mejorar como persona, desecha las cosas negativas o que solo te den ansiedad y no le des poder a lo destructivo.

Reflexiona sobre lo que te dicen las personas

Ahora bien, hablemos un poquito del ego aquí. Está bien a veces enojarse por las críticas o comentarios... pero también es una perfecta oportunidad para analizar por qué tomas todo de manera personal, o por qué vas de cero a cien en este tipo de temas. Nadie es perfecto, todos estamos aprendiendo, y aquí puedes evaluar tu ser-perfeccionista, para darle entrada a la idea de que todos estamos aprendiendo y que podemos mejorar nuestras habilidades y talentos. Es un gran ejercicio de humildad.

Sé objetiva al recrear el escenario

Nunca falta que cuando repasas las cosas en tu cabeza o lo cuentas a alguien más, tiendes a exagerar las cosas y ponerte a ti como víctima y a alguien más como villano. Lejos de ser una catársis o ayudarte, este tipo de reacciones pueden aumentar tu enojo y no ayudarte a ver las cosas de una manera más objetiva. Deja que pase el tiempo y tu enojo (que es muy válido de sentir), pero si vas a volver a analizar las cosas, enfría tu cabeza y reflexiona en lo ocurrido.

Y lo volvemos a decir, porque es la conclusión más acertada por los expertos: en lugar de tomarte todo personal, en este tipo de situaciones siempre lo mejor será tomar las cosas que te nutran y te hagan mejorar, y todo lo que te dé ansiedad o estrés, dejarlo atrás. ¡Construye!