Austria prepara someter a gran parte de su población, unos 8,9 millones de personas, a pruebas rápidas de coronavirus de aquí a las fiestas de Navidad, empezando por los docentes y otros a partir de la primera semana de diciembre, anunció este domingo el canciller federal, el conservador Sebastian Kurz.
En declaraciones a la televisión pública ORF, el jefe de gobierno señaló que "al final del confinamiento estricto (lockdown)", que entra en vigor este martes y que durará hasta el 6 de diciembre inclusive, las autoridades sanitarias realizarán test de coronavirus a varios grupos sociales, como los docentes y otros, para poder reiniciar por completo la vida social y comercial a partir del 7 de diciembre.
En un siguiente paso, se realizarán pruebas de antígenos al resto de la población "de cara a las fiestas de Navidad", señaló Kurz, sin dar más detalles al respecto.
Austria parece seguir de esta forma el ejemplo de la vecina Eslovaquia, que realizó test rápidos a unos 3,6 millones de los 5,5 millones de habitantes (de entre 10 y 65 años de edad) el último fin de semana de octubre y el primero de noviembre.
En estas pruebas se encontraron decenas de miles de personas asintomáticas pero positivas por coronavirus, que a continuación fueron aisladas.
Según Kurz, "gracias a la gran cantidad de test rápidos disponibles ahora en el mercado", las autoridades sanitarias y el ejército austríaco están preparando un plan para realizar pruebas a gran parte de la población austríaca.
Austria, uno de los estados que mejor pasó por la primera ola de la pandemia, es actualmente el país con más infecciones por día por millón de habitantes.
El pasado viernes Austria registró un máximo histórico de contagios con casi 9.600 casos en las anteriores 24 horas, aunque este domingo el nivel de infecciones bajó a unos 5.660 casos.
Para poder frenar la expansión de la pandemia y descongestionar los hospitales, el gobierno de Kurz anunció el sábado un nuevo confinamiento estricto a partir del martes próximo, con el cierre de todos los comercios no esenciales y las escuelas, además de restaurantes, hoteles, bares, teatros y todos los deportes, con excepción de las competiciones profesionales.
Más de 4.000 personas se encuentran actualmente ingresadas en Austria por complicaciones con la covid-19, de ellas unas 560 en cuidados intensivos, cerca del nivel máximo asumible por el sistema de salud.