Armando Limón Hernández | 08/11/2020 | 23:24
LAS MEDIDAS IMPLEMENTADAS de acuerdo al protocolo sanitario para aplicar el Semáforo Naranja, le han provocado un verdadero dolor de cabeza a las autoridades estatales, tomando en cuenta que sectores como el de los antros, table dance, centros nocturnos, bares y restaurantes, han manifestado su total rechazo, al grado de que en dos ocasiones ha provocado un serio caos vial en las principales avenidas de mayor tráfico vehicular.
LOS ANTREROS, COMO SE LES conoce en el argot ciudadano, han pretendido poner a la autoridad contra la pared a través de la amenaza y el chantaje, pues si bien es cierto que las medidas restrictivas les afecta, también es cierto que fueron ellos, los primeros que no acataron las medidas preventivas establecidas cuando estábamos en el Semáforo Amarillo, y prefirieron relajarse dejando de lado las recomendaciones de la nueva normalidad.
ES CLARO QUE PARA ENFRENTAR LA pandemia del COVID-19, se requiere de todos, es decir que es una acción de corresponsabilidad la que debemos de llevar a cabo, tanto autoridades como ciudadanos. Todo hace suponer que las autoridades buscarán a toda costa evitar que San Luis Potosí, de nueva cuenta retroceda al color Rojo, pues eso sería letal para la actividad económica de nuestro estado y es algo que nadie quiere y mucho menos desea.
LO QUE SÍ ES CIERTO, ES QUE SE requiere de que las medidas establecidas se apliquen al parejo, pues resulta incongruente que mientras unos establecimientos están acatando los horarios establecidos, por otro lado existan otros que están funcionado solapados por alguien.
POR LO PRONTO, EL GOBIERNO tendrá que echar mano de sus más experimentados negociadores, para alcanzar acuerdos que permitan evitar que con manifestaciones se afecte el derecho de terceros, mientras tanto, el secretario general Alejandro Leal, también tendrá que hacer uso de todas sus herramientas para evitar que la relación con antreros se desborde y mejor se llegue a un buen fin, donde se privilegie el dialogo y la prudencia.
ES URGENTE QUE LA PANDEMIA del COVID-19 se tome en cuenta con la seriedad que se requiere, pues esto no es un juego. Lamentablemente diputados, partidos políticos y activistas, han visto el tema del COVID-19 como una bandera política y hasta en una moneda de cambio, donde el principal perjudicado es el ciudadano de a pie, que no entiende de políticas públicas, sino de cómo llevar de comer a su casa.
ESTA SITUACIÓN NOS COMPETE A todos, ya que no se puede perder de vista que el 2021 será un año sumamente complicado, si tomamos en cuenta que la mayoría de los presupuestos se estarán canalizado para la atención de la pandemia, es decir que el desarrollo de obras y proyectos será para mejores tiempos, lo que hace suponer que la mayoría de los ciudadanos enfrentaremos un panorama difícil, donde será necesario alentar a la planta productiva y contribuir a que se logre la recuperación económica a favor de los distintos sectores de nuestra sociedad.
EL GOBERNADOR CARRERAS tendrá que echar toda la carne al asador para obtener la mayoría de recursos que se pueda dentro del presupuesto. Además no podemos perder de vista que en su momento nuestros legisladores locales tendrán que hacer lo propio para distribuir el presupuesto estatal de manera equilibrada y alejada de la tentación política para afectar al adversario.
AHORA SÓLO RESTA ESPERAR QUE como se verá afectado el desarrollo de los procesos electorales del 2021, si tomamos en cuenta que el Ceepac ya aprobó los primeros lineamientos sanitarios para desarrollar las elecciones, donde se permitirán los mítines, y por más controlados que sean, siempre serán un foco de riesgo para la población, si no se toman las medidas preventivas necesarias y se alejan nuestros políticos de irresponsabilidad cotidiana.