Emilia Monreal | Plano Informativo | 08/11/2020 | 02:21
El sector de la construcción cerrará el año como empezó o a lo mejor peor de lo que se esperaba, debido a la falta de obra pública en la que podían participar los empresarios del sector, porque lamentablemente los 57 municipios no han volteado a ver a este gremio, consideró Manuel Castanedo de Alba, presidente local de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (Cmic).
Solo ayuntamiento de la capital los ha ayudado
Castanedo de Alba reconoció que sólo el ayuntamiento de la capital ha apoyado a los afiliados a la Cámara de la Construcción con algunas obras licitadas, y que han favorecido a los constructores potosinos.
Sin embargo, ha sido el único gobierno municipal que se ha preocupado por apoyar al sector, por lo que "tristemente cerraremos como empezamos, tal vez peor que a inicios de este 2020, porque a esto hay sumar que la pandemia de COVID-19 vino a afectarnos mucho y lo único que hemos obtenido y un poco, es el ayuntamiento de la capital dándole trabajo a 130 constructoras potosinas, porque los otros 57 municipios no han volteado a ver a los afiliados".
40% de los constructores han bajado sus cortinas
Manuel Castanedo reiteró que entre el 30 y 40 por ciento de los afiliados a la Cmic han "bajado la cortina", aunque explicó que esto no significa que los constructores hayan cerrado, sino que simplemente no tienen trabajo actualmente y para el 2021 las expectativas no son nada alentadoras, por el recorte presupuestal que se tendrá a nivel federal y que impactará negativamente al Estado y a los municipios.
El dirigente de los constructores señaló que "estamos sobreviviendo y este 2020 ha sido muy difícil, por lo que sólo nos queda hacerle un llamado a los gobiernos tanto estatal como municipales, para que realmente le apuesten más a la infraestructura y se logre apoyar a los constructores, especialmente a los potosinos".
Postergación de la Vía Alterna terminó con sus esperanzas
Y es que el nuevo retraso en el inicio de la construcción de la Vía Alterna y la imposibilidad de empezar antes de seis meses la obra, es un clavo más en la cruz de los constructores que tenían puesta su esperanza en que los trabajos pudieran comenzar a más tardar en diciembre, con lo que tendrían una Navidad menos precaria.
Sin embargo los plazos establecidos por la Federación terminaron con su esperanza y es muy poco lo que se puede hacer en este momento, ya está cerrado el año fiscal y si hubiera algo de trabajo se podría concretar hasta enero, lo que deja a los constructores y sus empleados en una muy desfavorable posición.