Jorge Armendáriz Gallardo | 20/10/2020 | 13:07
“El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos”
William Shakespeare
RECRUDECIÓ LA PUGNA POR LA presidencia de Morena, el Movimiento de Regeneración Nacional, que desde hace varios meses no logra definir su rumbo, tanto en un futuro cierto, como en quien ostentará su liderazgo rumbo a las elecciones del 2021.
ESTE MOVIMIENTO, QUE PUDO ser partido político en 2014 y el pasado 2018 colocó de manera inédita, en la máxima silla de nuestro país al presidente López Obrador, se encuentra en una situación muy complicada, pero a la vez afortunada, en más de una decena de estados del país en que se relevará gobernador, pues llevan gran ventaja en las encuestas, pero es un barco sin capitán, sin bitácora y sin brújula.
ESTE “MOVIMIENTO” QUE SE constituyó en fuerza política, cuyo único objetivo fue llevar al candidato López Obrador a la presidencia, después de varios intentos con otras fuerzas políticas, cumplió su objetivo de vida y pareciera que no encuentra su actual vocación, ante la abrumadora ausencia de su líder y creador.
DESPUÉS DE LLEGAR A SU objetivo, los planes cambiaron para este movimiento ciudadano, quien además de logar su objetivo, en segundo término buscaría obtener mayoría en las Cámaras Baja y Alta, así como alcaldías y gobiernos, para dar una mayor certeza a la decisiones del Gobierno Federal.
SIN EMBARGO LA FALTA DE liderazgos de la talla de su líder moral, han provocado que las definiciones no se fragüen de manera satisfactoria.
INCLUSO EN VARIAS OCASIONES EL mismo López Obrador, ha manifestado que Morena podría dejar de existir, en caso de convertirse en un ente más parecido a los partidos políticos, que sus filas se contaminen o en cuyas decisiones comiencen a desvariar en rumbo.
HOY MORENA NO SABE A DÓNDE va, aún con la preferencia de millones de mexicanos que vieron en este movimiento una verdadera esperanza, no encuentra su vocación y será muy determinante quién llega a su cabeza, tanto por la fuerza o debilidad que le otorgue un nuevo liderazgo, como por la elección de los perfiles que será también determinante para las próximas elecciones en México.
EN SAN LUIS POTOSÍ, MORENA tiene un gran eco socio-electoral, que data de las elecciones presidenciales del 2018, pero carece de perfiles de la talla del cargo que está en juego, la Gubernatura del Estado.
PERO ESTA SITUACIÓN NO ES limitante, pues que es un hecho que deberán tener candidato o candidata, lo cual representa un gran nicho de oportunidad, para muchos políticos que han sido desairados durante muchos años, que son afines al “movimiento” como para quienes tienen cercanía y lealtad al proyecto de la 4T.
LOS POTOSINOS SOMOS MUY conservadores y también en política buscamos no arriesgar mucho, sobre todo en temas tan delicados como quién dirigirá nuestro estado en los próximos 6 años, en una reciente encuesta que realicé en redes sociales, sobre las cualidades que más se valoran para quien sea el próximo gobernador(a) de San Luis Potosí, un 42% de los potosinos encuestados expresaron que preferían el valor de la honestidad, un 29% dijo que el valor y el carácter, un 15% dijo que la experiencia y solo un 14% mencionó que el liderazgo.
ES POR ESO Y EL GRAN descrédito que tienen hoy los partidos políticos, que el valor de la honestidad puede ser la gran diferencia en el perfil que sea propuesto por los partidos políticos, incluido Morena, quien presenta la honestidad como su bandera política, aún por encima de la experiencia o trayectoria política.
SIN DUDA LA PRÓXIMA DEFINICIÓN del presidente de Morena, incidirá en gran manera en quién podría encabezar la candidatura en San Luis Potosí, con una gran posibilidad de lograr el triunfo frente al PAN (Partido Acción Nacional) que también tiene grandes posibilidades, pero primero tendrá que superar la gran división y lucha de egos de sus aspirantes, que suena como una “misión imposible”.
HOY MORENA SE PRESENTARÁ con una gran fuerza, en el menú electoral de San Luis Potosí, solo le falta decidir con quién, y en esta fórmula sabremos en unos meses si la “semilla de la esperanza” logró dar frutos en la difícil tierra potosina, que es muy similar a la de Querétaro, Guanajuato y Aguascalientes, donde Morena no florece.
“Hagamos Juntos La Diferencia”