Plano Informativo | 09/10/2020 | 01:44
Las cosas no parecen haber cambiado para Zavala García, que a pesar de tener un presupuesto suficiente y todo el respaldo de la administración que encabeza Xavier Nava Palacios, tiene hoy el Centro Histórico sumido en la oscuridad, el abandono, la indolencia, la delincuencia, con todos los sectores que ahí conviven, confrontados entre ellos y con ella y su Unidad de Gestión.
El terror de vivir el cacicazgo de la Unidad de Gestión
Desde el 29 enero del presente año, los comerciantes informales, el comercio establecido, las plazas comerciales, y todo establecimiento asentado en el primer cuadro de la capital potosina han reiterado su exigencia de que se retire del cargo a Rocío Zavala García, titular de la Unidad del Centro Histórico, ya que continuamente se confronta con todos y ejerce un cacicazgo mediante el cual solo sus favoritos pueden hacer negocios en el Centro Histórico.
Si bien las protestas en contra de Rocío Zavala empezaron desde el año pasado, ha sido durante el presente cuando las acciones punitivas de la oficina que encabeza Zavala García, han despertado el repudio de toda la población.
Ahora no se trata ya solo del comercio informal, sino que Rocío Zavala ha logrado unificar a todos los usuarios del Centro Histórico, pero en su contra, de tal suerte que si el Ayuntamiento de la capital no toma medidas, los ánimos podrían desbordarse sin que nadie pueda evitarlo.
Solo hampa florece en el feudo de Rocío Zavala
El incremento de robos en el primer cuadro capitalino, la invasión de vendedores ambulantes que vienen de otras ciudades, la instalación de informales afuera de los comercios establecidos, la falta de servicios para embellecer el Centro Histórico, la proliferación de pedigüeños, danzantes, predicadores y demás, que afean las calles de este rincón considerado Patrimonio de la Humanidad, inconforman cada vez más a los usuarios del primer cuadro capitalino.
La evidente falta de empatía de Rocío Zavala, a quien la encomienda de ordenar el Centro Histórico le quedó grande por lo que prefirió convertirlo en su feudo, donde solo ella y sus secuaces pueden tener ganancias, como quedó demostrado por el cobarde ataque de "inspectores" de la Unidad que comanda Rocío Zavala, a una indefensa mujer que trataba de vender flores para alimentar a la criatura que traía en brazos; o la sospechosa abundancia que están dejando los baños públicos en los alrededores de la Plaza de Armas.
Establecidos, a merced del hampa
El comercio establecido que pensaba que con esta nueva dirección tendría una mayor seguridad para su patrimonio, ha tenido que reconsiderar porque ahora los delitos se comenten incluso en la Plaza de Armas, sin que nadie intervenga para detener a estos hampones, miembros del crimen desorganizado.
Las pérdidas ya son incalculables y nadie se responsabiliza de esto, los usuarios del Centro Histórico están dejados a su suerte, teniendo que pagar más que nunca y con el temor de encontrar cada mañana que los amantes de lo ajeno se han llevado su patrimonio.
Acciones de "inspectores" parecen extorsión
Y si el comercio establecido, que paga impuestos y lo que se les ocurre, están teniendo problemas con Rocío Zavala, ¿Qué pueden esperar los trabajadores informales, que por una graciosa concesión de Zavala están siendo tolerados en las calles del primer cuadro capitalino?
Claro, los derechos de piso ya están en el nivel de la extorsión sin tener a nadie a quién recurrir en busca de justicia, porque es la justicia municipal quien los está victimando.
Ordenar, sí, pero no a costa de la dignidad de los potosinos
Ya no se pide que regulen los giros tradicionales, sino que se respete el derecho de cada uno de los potosinos, a ejercer un oficio honrado para poder mantener a sus familias, pero no a costa de su dignidad, y esto se lograría obligando a los "inspectores" de Rocío Zavala, a apegar a la ley y violentar a quienes solo buscan un ingreso decente.
Comercio establecido no tiene quién los defienda
Carteristas tolerados invaden hasta las iglesias
No se puede explicar en lenguaje cotidiano, la impotencia que surge de que los potosinos ni siquiera puedan ir a la iglesia a orar en santa paz, porque ahí dentro serán esquilmados por carteristas tolerados por la Unidad de Gestión del Centro Histórico.
Si feligreses son asaltados dentro del Templo de San Francisco de Asís, poco se puede esperar para los templos de San Juan de Dios, Catedral, Espíritu Santo, El Carmen, San Agustín.
Es una vergüenza que esta Unidad de Gestión del Centro Histórico no solo no haya resuelto los problemas ancestrales que afectan al primer cuadro capitalino, sino que haya dejado abierta la puerta para el hampa y peor aún, que tolere que sean sus propios "inspectores" los que esquilmen a los potosinos.