Martes 16 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Conoce la mansión de Pablo Escobar y otros hoteles del crimen

GQ | 29/09/2020 | 03:43

Hay uno cuantos hoteles del crimen en los que los fanáticos de los asesinos, los narcos y los personajes más infames pueden pasar sus vacaciones, desde la casa de Pablo Escobar hasta una vieja prisión que solía tener a los prisioneros más brutales.

  

Pablo Escobar (que murió de forma sospechosa en los 90, lo que dio pie a varias teorías de conspiración) fue uno de los criminales colombianos más famosos de la historia (estuvo en la lista de los más buscados del FBI durante años), y además de haber construido uno de los imperios de droga más grandes del mundo, Escobar también tuvo una carrera política y se las arregló para evadir a la justicia durante un largo tiempo y acumular una fortuna considerable con la que pudo rodearse de lujos, arte y unos cuantos animales exóticos. Escobar no vivía como un criminal intentando ocultarse, todo lo que hacía era extravagante y llamativo, y sus propiedades eran un símbolo de que realmente pensaba que era intocable y un reflejo de la realidad surrealista en la que vivía.

 

En el corazón de Tulum se encuentra Casa Malca, una mansión que los locales aseguran perteneció al notorio líder de la droga colombiana y que fue transformada en un lujoso hotel boutique de 24 habitaciones (¿será que este también esconde una fortuna del narco en sus paredes, como se dice de muchas las casas de Escobar?). Lio Malaca un art dealer de origen colombiano que radica en la ciudad de Nueva York tomó la enorme propiedad del criminal y la convirtió en una parada obligada para los amantes del arte que buscan pasar unos días frente al mar.

 

Malca se topó con la propiedad abandonada durante uno de sus viajes a Tulum, que se ha convertido en uno de los destinos favoritos en México, y decidió darle una nueva vida con ayuda de la obra de artistas como Kaws, Keith Haring y Basquiat, que ahora decoran las paredes de la infame mansión.

 

Impecablemente decorada y con una locación ideal para quienes buscan un poco de privacidad y exclusividad (y tal vez también sentirse como los dueños de un gigantesco imperio criminal), la mansión que cuenta con más de 180 metros de playa es una más de las propuestas que hacen de Tulum un must en la lista de cualquier viajero.

 

 

Pero la casa de Pablo Escobar no es el único sitio marcado por el crimen que se ha convertido en un hotel de lujo, algunas cuantas prisiones han recibido un tratamiento similar y son una buena opción para los fanáticos de los crímenes reales o en su defecto, de la novelas policiacas y de misterio.

 

Los hoteles del crimen más famosos del mundo:  

 

The Liberty en Boston

 

 
 
 
 
 

 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

We know you missed the old Charles Street Jail.. stop by this weekend to dine in CLINK????@eatdrinkclink ????: @zevfisherphotography

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12 de Sep de 2020 a las 5:15 PDT

 

 

 

 

Está prisión fue construida a mediados de 1800 y sirvió como tal por más de 100 años, Malcolm X fue uno de sus prisioneros, pero en 2001 fue rescatada por Carpenter & Company y transformada en un hotel de lujo con 298 habitaciones en las que aún se puede ver un poco de la estructura original.

 

Malmaison en Oxford

 

 
 
 
 
 

 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

***GORGEOUS HOTEL ALERT*** #malmaisonoxford #betterthanyesterday #bettertomorrow #everydayisanewday #malmaisonoxfordprisonhotel

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4 de Jul de 2020 a las 4:35 PDT

 

 

 

 

Malmaison fue parte de un castillo del el siglo XI y fue convertida en una prisión después de haber sido destruida parcialmente durante la Guerra Civil. En 2006 la prisión fue rescatada, renovada y transformada en un hotel que aún conserva las puertas de las celdas y en el que claramente se puede apreciar la estructura original.

 

Four Seasons (Sultanahmet) en Estambul

 

 

Sultanahmet fue construida a principios de 1900, pero 90 años después, Four Seasons rescató la propiedad abandonada y la transformó en un impresionante hotel, que además es uno de los más lujosos de la zona. Los pisos pintados a mano y los arcos de las puertas son algunos recuerdos de la prisión.