Armando Limón Hernández | 27/09/2020 | 02:43
EL SEXTO Y ÚLTIMO AÑO DE gobierno de Juan Manuel Carreras será decisivo para imprimir su sello personal de lo que será recordado, y si bien es cierto que este quinto año de gestión pudiera haber sido un tanto desastroso debido a la pandemia por el COVID-19, también es cierto que se pudo haber buscando hacer más con poco.
NO SE TRATA DE BUSCAR culpables sino de encontrar cómo se puede sacar adelante a San Luis Potosí de esta condición adversa que ha dejado una enfermedad que al momento no tiene cura ni vacuna. Tampoco podemos soslayar que 2021 será un año electoral, donde el gobernador tendrá que poner todo de su parte para agilizar los proyectos y buscar cerrar su administración lo menos raspada que se pueda.
ES NATURAL QUE EN ESTA ÚLTIMA etapa de su mandato pueda optar por realizar ajustes de algunos de sus colaboradores que verdaderamente no le haría nada mal que lo hiciera, pues existen secretarios y directores que se la pasaron de muertito, con la única intensión de cobrar su salario sin generar ningún viso de beneficio para los ciudadanos y en general para San Luis Potosí.
DESDE UN PUNTO DE VISTA MUY particular, no estaría por demás que el gobernador Carreras aplicara un reajuste no sólo de sus funcionarios, sino de las políticas públicas para el fortalecimiento de algunos rubros que son muy necesario para reactivar la economía de San Luis Potosí, y recobrar no sólo los empleos perdidos, sino también el ritmo de crecimiento que se tenía previo a la pandemia y que generaba altas expectativas de oportunidades y de vida para las familias potosinas.
DURANTE LA PRESENTACIÓN DE SU mensaje del Quinto año de gobierno, lejos de las cifras y logros obtenidos, los potosinos esperaban de cierta forma, una actitud de autocritica en torno a los grandes temas que se encuentran pendientes y que no han podido ser resueltos. Es necesario señalar que algo de lo que hay que reconocerle al gobernador es mantener la gobernabilidad del Estado, aún y con las adversidades que se han tenido que enfrentar en materia de salud, seguridad y movilidad.
EL INICIÓ DE ESTE SEXTO AÑO DE gobierno obliga al doctor Juan Manuel Carreras a reflexionar y sacar su coraje por San Luis Potosí, para que en la medida de las oportunidades, genere las condiciones favorables para las familias potosinas que esperan mucho de él y que incluso mantienen apostadas sus esperanzas a que este último tramo gubernamental será mucho mejor a los años anteriores.
OJALÁ EL RESPETO Y CERCANÍA que tiene el gobernador Carreras con el presidente Andrés Manuel López Obrador, se vea reflejado en mayores apoyos para San Luis Potosí, porque proyectar un ajuste a la baja por más de 5 mil millones de pesos en perjuicio del estado, no habla bien de esta relación.
POR OTRO LADO, NO PODEMOS pasar por alto que el pasado 23 de septiembre quien pasó las de Caín, fue el secretario general de Gobierno, Alejandro Leal Tovías, luego de que “dicen” que fue regañado por el propio gobernador Juan Manuel Carreras, por el trago amargo que tuvieron que pasar durante el acto inaugural de la Fiscalía Especializada para la Atención de la Mujer, la Familia y Delitos Sexuales, ya que fue interrumpido por un grupo de activistas sociales que exigieron directamente solución a sus demandas.
RESULTA QUE PERSONAL ENCARGADO de detectar cualquier tipo de movilización social, no hizo su tarea y permitieron que un grupo de mujeres inconformes pasara las líneas de seguridad personal del gobernador para apostarse “literalmente” frente a su cara, al igual que la del Fiscal General, Federico Garza, la presidenta del DIF, y la titular del Instituto de la Mujer, quienes no daban crédito a lo que en ese momento ocurría.
NOS PLATICAN QUE COMO consecuencia de esta difícil situación, fue el conocido Caco Leal quien tuvo que pagar los platos rotos; primero porque el personal para desactivar conflictos (orejas) dependen de él, y segundo porque permitió que encararan no sólo al gobernador, sino también a su esposa e invitados que en ningún momento dieron crédito a lo que ahí sucedió.
LO QUE SÍ DEBEMOS SEÑALAR DE manera muy respetuosa, es que la actitud mostrada por algunas manifestantes, no se justifica de ninguna manera, porque no es con ataques, palabras altisonantes o acusaciones personales como se resuelven los problemas y sobre todo, cuando demandan respeto y justicia y no predican con el ejemplo. Aunque pueden tener sus demandas de justicia que son muy respetables, pero sin faltar el respeto a las autoridades por la institución que representan.