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La historia del cohete nazi que tomó la primera fotografía de la Tierra desde el espacio

Muy Interesante | 22/09/2020 | 23:06

Aunque el sentido común y cualquier observación superficial parecen arrojar como respuesta evidente que nuestro planeta es una enorme plataforma sin curvatura alguna, lo cierto es que distintos fenómenos como las sombras, los atardeceres o la circunferencia del Sol, la Luna y los planetas parecían aportar algunas pistas sobre la verdadera forma de la Tierra.

 

La idea de un mundo redondo llegó a tal grado en la Antigua Grecia, que Eratóstenes se convirtió en la primera persona en calcular la circunferencia de la Tierra en el siglo III a.C.: poniendo en práctica la trigonometría y con ayuda de una regla de tres, Eratóstenes concluyó que la circunferencia de nuestro planeta debía medir unos 40 mil kilómetros.

 

Y aunque el cálculo de Eratóstenes fue extraordinariamente preciso, la evidencia directa de cómo luce la Tierra desde el espacio no llegó hasta 1946, una vez que finalizó la Segunda Guerra Mundial.

 

Aunque el Tercer Reich destinó un sinfín de recursos para la ciencia (que comúnmente tomaron derroteros tan lamentables como la eugenesia), la tecnología desarrollada en artillería y cohetes sirvió de ejemplo para conocer más de la atmósfera terrestre y las condiciones del espacio tras su caída.

 

El 24 de octubre de 1946, uno de los misiles nazis V2 confiscado por los Estados Unidos después del conflicto armado fue enviado al espacio desde la base militar de White Sands, Nuevo Mexico.

 

Equipado con una cámara de 35 milímetros, el V2 de 14 metros de longitud se elevó a 65 kilómetros sobre el nivel del mar, una altura récord para ese entonces y capturó una fotografía inédita:

 

A pesar de su baja definición y el efecto granulado, la imagen capturó en primer plano una porción de la Tierra y su atmósfera cubierta de nubes, sobre un fondo completamente negro que daba cuenta del cosmos. En la fotografía también aparecen algunos pequeños meteoros apenas visibles en su contacto con la atmósfera.

 

Tras alcanzar su altura máxima, el V2 que realizó la hazaña cayó proyectado al suelo y se destruyó completamente tras el impacto, lo mismo que la cámara que captó la fotografía. Sin embargo, los científicos recubrieron la película con un armazón de acero y así lograron revelar las imágenes.

 

Y aunque aún hoy se mantiene el debate sobre la altura precisa a la que inicia el espacio exterior y termina la atmósfera terrestre o el espacio aéreo (comúnmente establecido a 100 kilómetros de altura sobre el nivel del mar, según Línea de Karmán), las fotografías capturadas por el misil V2 se convirtieron en las primeras imágenes de la Tierra desde el espacio.