Desempleo incita delitos cibernéticos

Robo de identidad, uno de los ciberdelitos que han crecido

La falta de empleos ha intensificado el robo de identidad y los delitos cibernéticos; la desesperación de las personas por obtener trabajo, los ha vulnerado digitalmente, reconoció Claudia Ávalos Cedillo, fundadora de la Asociación Iberoamericana de Protección de Datos y Ciberseguridad (AIPYC).

Explicó que “como hay tanta necesidad por la pérdida de empleo, hubo muchos links en los que se estuvieron anunciando préstamos de gobierno y que eran links completamente fraudulentos”.

Señaló que estos presuntos apoyos gubernamentales, fueron anunciados por WhatsApp y por Twitter, “eran links en los que pedían determinados datos y fueron sobre todo detectados, se hicieron varias campañas de prevención y de alerta por parte de la Policía Cibernética”.

En el tema laboral, hubo otro fenómeno recurrente derivado de la crisis económica, hubo cierre de empresas, que generaron malestar entre los empleados que buscaron venganza contra las compañías, en su mayoría PyMES.

Datos de empresas que han cerrado, nadie sabe dónde quedaron

Ávalos Cedillo explicó que estas empresas carecen de cualquier tipo de programa en materia de protección de datos o de un sistema de gestión de seguridad en la información, por lo que “al hacer este cierre, todos los datos de empleados, proveedores, usuarios o clientes, no sabemos dónde quedaron. Los empleados que han estado enojados o inconformes porque se les ha despedido por la contingencia o por algún otro motivo, se roban la información del negocio y de la empresa donde han estado laborando”.

Otro de los fenómenos que se presentaron durante estos últimos meses de pandemia, explicó Ávalos Cedillo, es que se detectaron links de supuestas instituciones públicas, que al inscribirse mandaban a links fraudulentos o URL fraudulentos.

Necesario que usuarios verifiquen los sitios que visitan

La especialista insistió a la población en la necesidad de verificar que sea una URL segura, que tenga siempre el https y que el nombre de la institución no tenga faltas de ortografía.

Explicó que “estas dos cuestiones son indicativo de que pudiéramos estar ante una página fraudulenta y que pudiera ocurrir ahí un pishing, es decir, acceder a un sitio web que no es el original, que no es el auténtico y ahí podemos poner nuestros datos”.

La suplantación de identidad respecto a los sitios web, no solamente se da en empresas o personas en particular, sino que se da mucho en instituciones públicas.