LA CONDICIÓN DE DIMES Y diretes registrada al interior del Congreso del Estado, ha dejado muy mal parados a los integrantes de esta Legislatura, pues no sólo la falta de acuerdos, sino el respeto mutuo entre los miembros de los distintos grupos parlamentarios, han originado que se traspase la línea de lo institucional a lo privado.
EN LAS ÚLTIMAS HORAS LA población se ha dado cuenta de los desencuentros entre diputadas y diputados que en medio de acusaciones y señalamientos han buscado dañar la imagen de sus adversarios políticos, pero sin darse cuenta que el peor daño se lo ocasionan al Congreso del Estado como institución.
LA FILTRACIÓN DE COMENTARIOS surgidos en un chat institucional de los legisladores, dejó entre ver de lo que son capaces algunas o algunos diputados por tal de alcanzar sus pretensiones, aunque lo más lamentable es que dentro de este traqueteo, se llevan entre las patas el poco o mucho trabajo que venían desarrollando a lo largo de dos años.
REZA UN PRINCIPIO EN LA política que “en la democracia se gana o se pierde”, sin embargo esto simplemente se lo pasaron por el arco del triunfo, aquellos diputados de Morena que se dijeron engañados y que durante una votación para conformar la directiva del Congreso del Estado, simplemente no obtuvieron la mayoría de los votos que se requerían para quedarse con esta responsabilidad.
AUNQUE TAMPOCO PODEMOS perder de vista que si bien es cierto que el tercer año de ejercicio legislativo para la Directiva del Poder Legislativo le correspondía a Morena, también es cierto que legalmente el PAN, por medio de la diputada Vianey Montes, alcanzó la mayoría para ocupar esta responsabilidad, independientemente de un renglón de lo legal, aunque no de lo moral.
ES INNEGABLE QUE EL CONGRESO del Estado es como una caja de resonancia que no puede estar alejado de los intereses partidistas y precisamente esto fue lo que ocurrió el domingo 13 de septiembre, pues resulta que los morenos no se pudieron poner de acuerdo para elegir entre ellos a quien encabezaría la Directiva, porque hasta entre ellos existen razas. Unos están con el grupo del supe delegado Gabino Morales y otros apoyan al dirigente estatal de su partido, Sergio Serrano.
DICEN QUE CUANDO LA PERRA ES brava hasta a los de casa muerde, y precisamente Morena se encuentra en esta condición, pues ya anunció que buscarán expulsar a su diputada Rosa Zúñiga Luna, porque no apoyó a los de su bancada. Aunque lo que no han informado es que fueron sus propios compañeros los que le hicieron el feo a doña Rosita, pues en ningún momento la tomaron en cuenta como una alternativa o plan B de solución para quedarse con la Directiva del Congreso del Estado, y como buena samaritana no le quedó de otra que apoyar al PAN y PRI.
LOS MAL PENSADOS ADVIERTEN que dentro de este embrollo no podría faltar la mano que mueve la cuna desde Palacio de Gobierno, donde se “recomendó”, que Morena no se quedara con la Directiva, pues esto provocaría que en un futuro inmediato pudiera convertirse en una piedra en el zapato que impidiera alcanzar acuerdos para sacar adelante los grandes temas que se tienen en puerta.
POSIBLEMENTE LA HERIDA quedará abierta para los morenistas, sin embargo precisamente los temas que se avecinan, como la ratificación de magistrados, la designación del Fiscal Anticorrupción, la resolución de Juicios Políticos y lo más importante, el presupuesto estatal para 2021, requerirá de grandes operadores que verdaderamente deberán tejer muy fino para lograr sacar adelante estos temas, buscando que el Congreso del Estado resulte lo menos raspado de lo que ya está.
LEJOS DE AGANDALLES O canalladas en el Congreso del Estado no se puede soslayar que estos conflictos tan sólo son el inicio de lo que se espera de cara al proceso electoral del 2021, donde todos los actores y partidos buscarán sacar raja política, aunque lo más deseable es que prevaleciera el respeto al Poder Legislativo como institución, y no como una casa de campaña de alguno que otro despistado.