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¿Cuál es el cubrebocas ideal?

El Heraldo de México | 13/08/2020 | 12:23

 
La llegada del COVID-19 a territorio mexicano ha obligado a la población a seguir ciertas medidas de prevención, entre ellas se encuentra el uso del cubrebocas, que se ha convertido en una herramienta primordial tanto para el personal de salud como para la porpia ciudadania, y es que por ello podemos encontrar cubrebocas de diferentes formas, colores, materiales e incluso estampados con personajes animados, los cubrebocas pasaron de ser un producto escaso a otro que ahora se vende mucho en negocios establecidos, en la calle o internet, pero no todos están elaborados de forma adecuada y hasta pueden resultar contraproducentes para la salud.
 
“Ahora los cubrebocas son como la ropa interior”, coinciden los académicos Mauricio Rodríguez, de la UNAM y Edith Caicedo, del IPN.
 
De cauerdo a lo compartido en el portal de El Heraldo, estas prendas se usan diario y de manera personal, en este caso para prevenir contagios y para entrar a muchos lugares, explican los expertos.
 
El problema es que al convertirse también en “una moda”, se olvida su funcionalidad y se emplean materiales inadecuados, añade Caicedo, investigadora de la Escuela Superior de Ingeniería Textil.
 
De 15 a 300 pesos o más, en comercios y puestos se venden mascarillas de neopreno, licra, nylon, elastano y otras fibras sintéticas elásticas, que no se recomiendan.
 
“Algunos productos sintéticos conservan más la humedad y con ello pueden crecer hongos y bacterias, o simplemente te dará más calor al usarlo”, explica Mauricio Rodríguez, profesor de la Facultad de Medicina y vocero de la UNAM en materia de COVID–19.
 
El problema de estos materiales es que impiden o dificultan la transpiración y en caso de incluir válvulas, no garantizan que se filtren los virus al sacar el aire, alertaron los especialistas.
 
Entre los modelos que se ofrecen al público también hay estampados o con impresiones, sin embargo algunas tintas pueden ser tóxicas, como las usadas en serigrafía, alertó Edith Caicedo.
 
Lo más recomendable es usar cubrebocas que sean tricapa y de telas transpirables, que son las más usuales, como algodón, poliester, lino, seda, entre otras. Otra ventaja es que son frescas, absorbentes y secan rápido.
 
Se pueden elaborar en casa con tres capas de tela y la capa de en medio, recomienda Caicedo, se puede cortar de una bolsa reutilizable para el supermercado, ya que esta tela es repelente al agua y evitará el paso de gotas de saliva.
 
En cuanto a formas, lo ideal es usar un cubrebocas que se adapte bien a la forma de la cara para que no haya huecos por donde salga el aire.
 
En el mercado también están las mascarillas quirúrgicas y las N95 y KN95. Estos últimos ya se consiguen a menos de 50 pesos, sin embargo, los expertos coinciden en que deben reservarse para procedimientos médicos como intubación, donde se generan diminutas secreciones respiratorias (aerosoles) y hay mucho riesgo de contagio.
 
Comprar un cubrebocas en la calle o incluso en un establecimiento implica cuidar la higiene.
 
Si se adquiere un producto reutilizable, hay que lavarlo con agua y jabón antes de usarlo. Además, después de la primera puesta, se debe lavar con frecuencia, incluso diario si se usa por muchas horas.
 
Al estar en la calle, en el transporte público o cerca de otras personas, llegamos a tocarnos o acomodarnos el cubrebocas, sin embargo, hay que formar el hábito de no manipular la prenda con las manos para evitar contagios.