Sigue pérdida de empleos

Se evaluará impacto de COVID-19 cuando se regularice la situación

Son más de 22 mil empleos formales que se han perdido en San Luis Potosí, a causa de la pandemia por el coronavirus COVID-19, cuya cifra no podrá detenerse hasta que se logre aplanar la curva de contagios y la tendencia vaya a la baja, pues sólo así, todos los sectores podrán retomar sus actividades, advirtió Manuel Lozano Nieto, secretario estatal del Trabajo.

El funcionario consideró que una vez que se logre regular la situación, se podrá dar paso a la evaluación del impacto de la pandemia en cada actividad, para poner en marcha acciones para impulsar una recuperación de empleos, tanto de forma general como segmentada.

Busca gobierno alternativas para paisanos que volvieron

Lozano Nieto explicó que se buscarán alternativas para la ocupación en todo el estado, ya que la contingencia ha provocado a la fecha que más de cuatro mil potosinos que radicaban en Estados Unidos, regresaran a territorio potosino.

El secretario del Trabajo señaló que "lo que nos queda es permanecer en coordinación con las empresas, cuando se logre regular todo y se reactiven todos los sectores estaremos trabajando en la creación de empleos para los distintos sectores de la población".

Manuel Lozano explicó también que la segunda edición de la feria virtual del empleo que se tenía prevista para las primeras semanas de julio, no se ha logrado llevar a cabo, debido a que se pretende acumular un mayor número de vacantes para ofertar.

Devastadoras cifras del Inegi sobre impacto de la pandemia

Y es que de acuerdo a la Encuesta sobre el Impacto del COVID-19 en el Mercado Laboral, que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 32.3 por ciento de la fuerza laboral potencial adulta del país, se encontraba sin empleo en abril, lo que se traduce en 15 millones 674 mil 196 personas.

La mayor parte de esta desocupación ocasionada por la pandemia se observó en la población no económicamente activa disponible para trabajar, que es aquella que no está buscando activamente un empleo pero que está dispuesta a tomar uno si se lo ofrecen, razón por lo que se le denomina como “desempleo disfrazado” o “desesperanzados laborales”.