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Solo el 15% de las sospechas de infidelidad son falsas

GQ | 12/07/2020 | 01:22

Ser investigador privado es el sueño de muchos, pero solo unos pocos lo hacen realmente y uno de esos pocos aceptó contarnos todo sobre su trabajo.

 

Monk, Duckman, Mike Hammer, Spencer, Magnum, Tony Tijuana, The Mentalist, ¿quién no conoce la clásica figura del detective investigador que la cultura pop nos ha dejado plasmada en la mente? Pero, ¿es un investigador privado tal  como lo pintan en las series de televisión, películas y en la literatura policiaca? Platicamos con el Dr. Eduardo Muriel Melero uno de los detectives mexicanos más experimentados — también es fundador del Colegio Nacional de Criminólogos—y esto es lo que nos contó sobre la vida de un agente secreto.

 

¿Qué hace propiamente un investigador privado en México en pleno 2020?

Seguimos en la labor de investigar, ahora con la pandemia no hemos parado para nada. El trabajo de un detective privado depende del momento y de las circunstancias sociales y económicas, y ahora, es muy requeridos.

 

Entonces, ¿no investigan complots internacionales, no llegan al despacho viudas hermosas a que pedirles que investiguen secretos oscuros?

Si bien por lo general nuestras investigaciones son casi siempre pasionales, ahora que la gente está encerrada es raro que haya trabajos conyugales, ha bajado esa tendencia. Ahora como las personas están perdiendo sus ingresos y se les acaban las reservas, tienden a robar desde a su familia, hasta las empresas donde trabajan o a gente cercana. Eso es lo que investigamos en estos tiempos con más frecuencia.

 

¿Entonces con la cuarentena ha bajado el índice de infidelidades?

Sí, porque la gente no sale y no puede sostener un affair tan fácilmente.

 

¿Qué porcentaje de los casos en los que la pareja sospecha de una infidelidad, se confirman con una investigación detectivesca?

Yo creo que en un 85% de los casos. Algunas personas ya están casi seguras pero lo que quieren es tener certezas o al menos poder comprobarlo. Es que nadie lo va a aceptar, nadie va a aceptar ningún tipo de infidelidad y lo que le contestan a sus parejas es “estás loco o estás loca”.

 

¿Es difícil dar la noticia de que una pareja es infiel?

Sí, porque la gente en el fondo quiere que les digan que todo es mentira y aún teniendo en la mano las fotos y los videos, justifican las cosas y las niegan, reaccionan con violencia o lloran. Yo como detective a veces los aconsejo, realmente me meto en la vida de las personas, hago míos los casos.

 

¿Los detectives mexicanos de la vida real son como los pintan las series de TV o el cine?

En su momento yo andaba de gabardina y hacía mucho trabajo de campo, mujeriego no tanto, pero sí recurría a mis contactos en Interpol o con la policía capitalina, tenía mis informantes en la Policía Federal. Ahora, las cosas han cambiado, ya no se hace trabajo callejero. Hoy el trabajo es más preciso y no se recurre a las persecuciones policiacas o al seguimiento de autos, el tráfico ya no lo permite. En la actualidad recurrimos a los GPS que se instalan en los vehículos, a los drones para espiar y a la tecnología en general. La ciencia ha cambiado el trabajo de un investigador privado, ahora hay aparatos como un escáner que se planta en la escena de un crimen o investigación y recorre todos los espacios de forma minuciosa mostrando todas las posibles pruebas, incluso si hubo un cigarro tirado en el lugar.

 

¿Cuál es la forma más sencilla de descubrir una infidelidad?

Investigar, el celular y las redes sociales, ahí está todo y no hay que buscar más.

 

¿Cómo es su relación con las autoridades policiacas actualmente?

Hay muchos celos de la policía hacia los investigadores, porque las autoridades no tienen complementos de sus investigaciones. Un detective en México es parte de un sistema y todo funciona a través de un fiscal que ordena investigaciones precisas sin tener el contexto completo como sí lo hacemos los investigadores privado.

 

¿Un investigador privado se puede negar a hacer un trabajo, digamos, para un cártel?

Sí, y me doy cuenta de inmediato cuando llegan. De alguna manera se nota, aunque dentro de los cárteles hay personas de diferentes perfiles, tanto gente de altura como personas ordinarias, me doy cuenta y me reservo el derecho. Si no me comprueban la legalidad de su investigación no lo hago, me alguna manera me deshago de la persona.

 

En una nota de un diario mexicano se cuenta que en una ocasión unos sicarios intentaron asesinarlo, porque investigó una infidelidad que acabó perjudicando a un narcotraficante, y que un abogado (imaginamos que del tipo de Saul Goodman) lo previno…

Es un tema del pasado del que no me gusta hablar ya, fue hace muchos años. Pero sí, he tenido situaciones peligrosas, las hay, pero son hechos muy particulares que se dan en la vida,  y esta fue una circunstancia que reunió muchos factores extraños en los que casualmente había una persona en medio que pudo controlar lo que estaban fraguando contra mí. Muchas veces se dan casos que parecen situaciones ajenas a un delito grave. En este, fue una situación conyugal y resultó que quien estaba involucrado era una persona muy peligrosa.

 

¿Qué detectives de la ficción le gustan?

Veo mucho la serie “CSI: Crime Investigation”, es lo más real a la vida de un investigador privado. Incluso ver ese programa me deja muchas enseñanzas, aprendo mucho de ver esos casos.