La visita que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador a la Casa Blanca de Estados Unidos para entrevistarse con su homólogo estadounidense Donald Trump que supuestamente serviría al mandatario mexicano para levantar su imagen ante los mexicanos por los buenos acuerdos que lograría se convirtió para AMLO en una jornada de momentos amargos que no pasaron inadvertidos pues la transmitió la televisión en vivo.
Desafortunadamente para López Obrador, la tempestad de críticas y reclamos a través de las redes sociales empezó desde el momento en que abordó el avión que lo trasladó al vecino país del norte pues lo hizo portando un cubrebocas instrumento de protección contra el contagio del coronavirus que en México se ha negado a usar ni en sus conferencias mañaneras ni en sus reuniones de trabajo, además de que se vio obligado a permitir que le practicaran la prueba para verificar si era portador del virus cuando aquí reanudo sus giras a los estados sin haberse revisado previamente.
Sin embargo, los reales pesares de AMLO de su viaje Estados Unidos empezaron desde su arribo a la Casa Blanca en cuya entrada Trump lo recibió con notoria frialdad a la que no lo invitó cortésmente a ingresar sino que con un gesto que pudo interpretarse como un:¡”Pásale! Que coronó el presidente vecino ingresando primero él ante el evidente desconcierto del mexicano que no tuvo más que seguirlo.
Para colmo, al arribar al lugar lo esperaba un nutrido grupo de mexicanos de los que una buena parte le empezaron a gritar: ¡”¡fuera!, “¡fuera”! mientras otros lanzaban la porra: “ es un honor estar con Obrador” aunque se escucharon más los primeros por su estridencia a los que AMLO solo atinaba a mirar desconcertado y a saludarlos con los brazos en alto para luego apretar las quijadas y seguir adelante en lo que fue el momento más amargo de su viaje por la inesperada aparición de los que parecían simpatizantes del FRENA.
Ya en la declaración conjunta, Trump le haría su “sana”, “sana” al elogiar su triunfo electoral del 2018 y la firma del TE MEC con lo que cerró actividades de su viaje al vecino país López Obrador del que seguramente retornó con un amargo sabor de boca por los pesares que inevitablemente debió apechugar que en nada le ayudarán a conseguir su propósito de mejorar su imagen ante los mexicanos por las exitosas negociaciones concertadas, otra vez será.
CABOS SUELTOS
Parece ser que la única manera de evitar la movilidad irresponsable de personas en el centro histórico y frenar la propagación del covid- 19 por las personas que salen a las calles sin cubrebocas es la de retomar la medida de acordonar los accesos a los sitios más concurridos y prohibir el paso a los que quieran pasar sin protección alguna, a ver si así entienden.
