Casas abandonadas ponen en riesgo a la población
El Centro Histórico de la capital potosina es conocido por la belleza de sus edificios, fachadas y jardines, sin embargo la historia de los barrios de la ciudad está al borde del colapso debido a que las fincas antiguas que le dan personalidad a la zona, y que a pesar de narrar historia y embellecer las calles se encuentran en el abandono y han terminado por convertirse en un riesgo inminente para la población.
Del mantenimiento al colapso
La falta de mantenimiento y trabajos de rehabilitación en estos inmuebles han convertido al Centro Histórico en una zona de peligro, ya que la población que transita por las calles en que se encuentran, prefiere cruzar la acera o transitar sobre el arroyo vehicular por miedo a que las bardas de las fincas colapsen, causando daños no solo materiales, sino también a los transeúntes.
Fincas intestadas
Otro de los problemas que albergan estos inmuebles es que en su mayoría son propiedades intestadas, lo que ha limitado la intervención de las autoridades para realizar trabajos de mantenimiento y así inhibir el riesgo del derrumbe de estas magníficas estructuras.
Ante las limitaciones, el único trabajo que ha realizado la autoridad es un censo para conocer el número total de fincas antiguas en riesgo de colapso, así como colocar letreros que advierten a los ciudadanos sobre el riesgo de la propiedad y que así el peatón extreme precauciones cambiando de acera o evitando la zona.
Soluciones poco viables
Antonio Hernández, un hombre de la tercera edad que transita diariamente por una calle en la que se encuentra una de las fincas antiguas en riesgo de colapso, señaló que la solución para evitar los riesgo que representan estos inmuebles es que sean derribados, y así no haya necesidad de "esperar" el colapso de las estructuras, ya que consideró que el colapso de una de las bardas o de toda la propiedad puede causar la muerte de una persona si le cae encima.
Hasta el momento se desconoce si hay algún proyecto de incentivos a propietarios de estas fincas, para que realicen su mantenimiento y se decidan a cambiar el riesgo y peligro, por historia y belleza en las calles de la ciudad.
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