Así lo consideró el secretario de Desarrollo Económico, Gustavo Puente Orozco, quien se refirió a que a pesar del panorama adverso que se vive a nivel mundial, y por los indicadores de diversas instituciones como el Banco Mundial, se trabaja no sólo como entidad sino en coordinación con los otros cuatro estados que integran la Alianza Centro-Bajío-Occidente, a fin de atraer las inversiones a esta zona del país que tiene características en común.
Hizo hincapié que el nuevo T-MEC será una oportunidad para seguir con el intercambio comercial y también la atracción de inversiones a la región, porque no sólo se trata de vender y ser atractivo para que se decidan por un Estado, sino más bien buscar los beneficios como zona del Centro-Bajío-Occidente.
Recordó que la inversión concertada propuesta es entre mil 500 y mil 600 millones de dólares cada año durante el sexenio del gobernador, Juan Manuel Carreras López, por lo que para el quinto informe de gobierno se tienen buenos números de hasta dos mil millones de dólares, tomando en cuenta que la gran mayoría de los proyectos de inversión en este periodo que inició la emergencia sanitaria por el covi-19, ninguno se ha cancelado hasta el momento.
Y es que el índice ‘Doing Business’ del Banco Mundial, México se ubicó en el lugar 60, descendiendo seis lugares en el ‘ranking’ global con respecto al lugar 54 de 2019 y perdiendo el liderato de Latinoamérica, que hoy ocupa Chile, por lo que México empeoró en siete de los diez rubros que componen el indicador.
Sin embargo, estos indicadores han sido buenos pronosticadores de la dinámica de la inversión extranjera directa (IED) años más tarde. Por ejemplo, cuando México se ubicó en el noveno lugar en 2013 —por primera vez en el ‘Top-10’ de la lista de Kearney—, esta buena noticia vino acompañada con un incremento importante de la IED en nuestro país. En el periodo 2000-2010 México recibió anualmente 24.5 mil millones de dólares en promedio, mientras que de 2011 a 2019, nuestro país recibió 32.8 miles de millones de dólares al año, en promedio.
Agilizar los procesos para que entre en vigor el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), mitiga significativamente los riesgos de perder un tratado comercial con Estados Unidos, que puso en riesgo la llegada de Donald J. Trump a la presidencia de ese país y permite que México continúe con los beneficios del libre comercio con Norteamérica.
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