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Las técnicas perfectas para empezar a meditar

Glamour | 26/06/2020 | 02:08

Sin duda, siendo cada vez más ajetreadas las rutinas a las que debemos someternos a diario, los momentos de paz son un entero lujo y la meditación, una de esas actividades que deberían convertirse en un hábito inexcusable. Y es que ya sea para depejarte al final del día o cambiar por completo todo tu estilo de vida, meditar es esa dosis de tranquilidad y paz interna que necesitas.

 

Adoptarlo como parte de tu rutina diaria puede ser algo intimidante, especialmente cuando nunca has tenido un acercamiento previo de cualquier tipo. Sin embargo, podemos asegurarte que estas técnicas se convertirán en tus mejores aliadas para incursionar en esta actividad y también, para que te enamores de ello y lo adoptes como un nuevo hábito hasta convertirlo en un estilo de vida.

 

Meditaciones guiadas

¡Las meditaciones guiadas son una gran forma de empezar! Esto se debe a que te dan la pauta para poner a prueba algunos de los ejercicios más tradicionales y te guían en una correcta y óptima ejecución para que después puedas hacerlo por ti mism@.

 

Una de las opciones más sencillas para tomarlas son las apps de meditación que puedes descargar a tu teléfono o tablet, pues te permiten tomarlas en todo lugar y momento. También, es posible encontrarlas dentro de los listados de algunas plataformas de streaming o incluso, de forma gratuita en las páginas web de algunos maestros en la materia.

 

Meditación con sonidos

Está comprobado que tanto la música, como ciertos sonidos que yacen en nuestro entorno, pueden ser increíblemente poderosas para relajar la mente e incentivar la concentración. Ya sea que recurras a listas previamente curadas por un experto o simplemente tomes algunas de tus canciones preferidas y te enfoques en escucharlas plenamente, esta forma se meditación podría ser excelente para iniciarte en la meditación.

 

Meditación de focalización

Si estás buscando tener mayor concentración y aprender a despejar tu mente, esta meditación es ideal para ti. Se trata de focalizar tu atención por algunos minutos en un objeto, un pensamiento o en tu propia respiración, haciendo caso omiso a todo lo demás que te rodea. Sí, en efecto suena más sencillo de lo que en realidad es, pero con un poco de disciplina notarás que vas mejorando.