Los fallecidos en Irán por la COVID-19 alcanzaron este jueves los 10.130 y la tendencia de los contagios es ascendente desde el pasado mayo, después de que empezaran a relajarse las restricciones impuestas.
Según el Ministerio de Salud, en las últimas 24 horas, 134 personas murieron por el nuevo coronavirus -el dato más elevado desde el pasado 6 de abril- y el número de contagios aumento en 2.595 personas.
La portavoz de Salud, Sima Sadat Lari, apuntó que del total de 215.096 infectados en el país, 175.103 ya se han recuperado de la enfermedad.
Permanecen en estado crítico en las unidades de cuidados intensivos 2.899 pacientes, señaló la portavoz, quien agregó que hasta el momento se han realizado más de un millón y medio de test.
Irán, el país de Oriente Medio más afectado por la pandemia, lucha contra el virus desde el pasado febrero y, aunque logró reducir sus datos diarios de contagios y fallecimientos en abril y principios de mayo, cuando las cifras fueron de tres y dos dígitos respectivamente, estos han vuelto a repuntar.
Por ello, Lari instó de nuevo a mantener la distancia física y, en concreto, a las personas mayores o con enfermedades preexistentes a extremar las precauciones.
Ante la falta de seguimiento por una gran parte de la población de estas recomendaciones, las autoridades se están planteando imponer el uso de mascarillas en ciertos lugares.
El viceministro de Salud, Alireza Raisí, opinó que su uso deber ser "obligatorio", especialmente en espacios cerrados o muy concurridos.
Las autoridades iraníes no llegaron nunca a imponer el confinamiento a la población pero sí cerraron escuelas, mezquitas, los comercios no esenciales e incluso los parques, entre otras medidas.
Todas estas restricciones se han ido levantando gradualmente para intentar salvar la economía, muy castigada asimismo por las sanciones estadounidenses.
Ayer, por ejemplo, se reanudó la Liga iraní, paralizada desde marzo pasado, con un partido de los clubes de Juzestán, Foolad, y Teherán, Esteghlal, que se jugó no obstante a puerta cerrada, sin espectadores.
El multitudinario rezo musulmán del viernes también iba a reanudarse en la capital iraní mañana, pero finalmente, debido al alto número de contagios, ha quedado pospuesto.
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