Crean molde digital del interior de cráneo de dinosaurio

Un grupo de paleontólogos crearon «molde digital» del cráneo de un dinosaurio, un anquilosaurio de la era jurásica. El mapa detallado incluye partes del cerebro y vasos sanguíneos que se encuentran en la base del cráneo de un Bissektipelta archibaldi, un tipo de dinosaurio herbívoro similar en apariencia a los modernos armadillos o tortugas.

Cubiertas con una gruesa armadura con a veces un garrote óseo en la punta de la cola, las antiguas bestias deambularon por el planeta durante la mitad del período Jurásico hace unos 160 millones de años y prosperaron hasta el final de los dinosaurios hace unos 65 millones de años.

Por su parte, los paleontólogos de la Universidad de San Petersburgo recurrieron a los restos bien conservados de anquilosaurios encontrados hace décadas en la localidad de Dzharakuduk en Uzbekistán, una región diversa donde se han encontrado varios restos fosilizados en los últimos 90 millones de años.

“Este es realmente uno de los lugares más ricos del mundo. La fauna de Dzharakuduk tiene ahora más de 100 especies de vertebrados antiguos”, dijo Pavel Skutschas, profesor asociado de la universidad y experto en vertebrados mesozoicos, en un comunicado.

Agregó: “Por supuesto, tal diversidad de vida no se habría encontrado sin estudios de campo a gran escala. Una serie de nueve expediciones URBAC, emprendidas entre 1997 y 2006, unieron los esfuerzos de los paleontólogos de muchos países en la búsqueda de los huesos de animales antiguos».

¿Cuál fue el procedimiento?

El equipo examinó tres fragmentos de cráneo de dinosaurio encontrados durante estas excavaciones para crear un «molde digital» de la caja del cerebro mediante tomografía computarizada (TC), un método de utilizar rayos X para procesar datos y producir una imagen. 

Asimismo, el proyecto de tres años de duración resultó en la primera reconstrucción tridimensional por computadora de un endocast ––molde interno de un objeto hueco ––de dinosaurio hecho en Rusia, y reveló cuán grande era el cerebro del animal y dónde estaban alojados sus vasos y nervios.

Entre otros rasgos únicos, los resultados sugieren que el dinosaurio fue capaz de «enfriar sus cerebros en el sentido literal».

“La red de venas y arterias en su caja cerebral resultó ser muy complicada: no iban en una sola dirección, sino que se comunicaban constantemente entre sí, como un sistema de vías férreas. La sangre podría haber volado en diferentes direcciones y haber sido redistribuida manteniendo la temperatura cerebral óptima del animal «, dijo Ivan Kuzmin.

Además, la vasculatura endocraneal de los anquilosaurios resultó ser más parecida a los vasos de lagartos actuales que la de los parientes más cercanos de los dinosaurios: cocodrilos o pájaros «.

Hasta el 60 % del cerebro del dinosaurio también estaba ocupado por bombillas olfativas responsables del olor, lo que probablemente aumenta su capacidad de encontrar comida, compañeros y evitar depredadores.

Por otra parte, el oído interno del animal sugiere que podría escuchar entre 300 y 3,000 hercios, un rango de baja frecuencia similar al de los cocodrilos modernos.

Actualmente, están trabajando con dinosaurios de pico de pato conocidos como hadrosaurios que también se encontraron en la misma región.

Finalmente, los hallazgos se publicaron en la revista Biological Communications.