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Semejanzas de Violencias

Miguel Ángel Guerrero | 07/06/2020 | 17:51

No es la primera vez que se desenfrena la violencia, en la capital potosina como sucedió el pasado viernes 5 de junio en las sedes del congreso del estado y de la fiscalía general del estado en el marco de presuntas manifestaciones de protesta por hechos que consideraban irregulares por parte de las autoridades como en ese caso que fue la muerte de un joven tapatío a manos de la policía municipal de Ixtlahuacán de los membrillos hecho que, aunque ocurrió muy lejos de aquí, sirvió para que alguien orquestara los violentos desmanes incluyendo  el desaforado vandalismo que ocasionó severos daños al recinto legislativo así como al que aloja a la FGE.
 
Decimos que no es la primera vez que una manifestación sirve para detonar hechos violentos y vandálicos pues, recuérdese que la marcha feminista realizada en noviembre del año pasado por la eliminación de la violencia hacia las mujeres, el freno al acoso sexual en la UASLP y el alto a los feminicidios desembocó en la quema de la puerta del edificio central de la institución luego de una lluvia de huevos contra la entrada y una feroz grafiteada a las paredes a lo que se sumó la agresión física a dos reporteros en hechos que al igual que los del viernes abarcaron la provocación de daños al edificio de la FGE.
 
Sin embargo, la mayor violencia desatada al amparo de una manifestación se dio el primero de enero de 1986 cuando centenares de navistas acudieron al palacio municipal buscando evitar la tomas de posesión de la alcaldía a Guillermo Medina de los Santos bajo el argumento de que se había cometido fraude electoral, manifestación que al no poder ser desactivada por los agentes policiacos, éstos la emprendieron a garrotazos contra los manifestantes avivando la irritación popular que desataron su ira con la quema del palacio municipal cerrando así uno de los episodios de violencia política más amargos de SLP y que viene a quedar como antecedente que la violencia generada el pasado viernes no es la primera vez que la detona una manifestación, hechos en los que destaca su semejanza en que fueron contadas las detenciones de presuntos autores de los destrozos como también ocurrió con la golpiza de 1986.
 
CABOS SUELTOS
 
Al especular sobre los autores intelectuales del ataque al recinto legislativo, no pocos dicen que se encontrarán en la respuesta respecto de ¿ que a quién benefician los sucesos ¿registrados? y cosa de ver qué venganzas había pendientes entre los legisladores y cuáles de ellos pueden pagar la movilización de las decenas de pandilleros que los protagonizaron.