Sábado 20 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

La negligencia por encima de la prudencia

Armando Limón Hernández | 06/06/2020 | 18:10

EL CONGRESO DEL ESTADO VIVIÓ uno de los peores momentos de vandalismo y violencia de su historia, dejando entre ver la falta de respeto de grupos de choque manipulados bajo intereses mezquinos que sólo buscan apoderarse de la tranquilidad de los potosinos.
 
DESGRACIADAMENTE LA “NEGLIGENCIA le ganó a la prudencia” y por más que nuestras autoridades busquen justificar la falta de acción o prevención para hacerle frente a una situación extraordinaria, es un hecho que también se generó un rechazó de nuestra sociedad, tanto para el grupo de manifestantes como para las autoridades.
 
LA DESTRUCCIÓN DE EDIFICIOS públicos, la falta de respeto al lábaro patrio y el riesgo de violentar el derecho a terceras personas, debió bastar para que se actuara con base en los protocolos y protección a los derechos humanos. Sin embargo, esto sólo es un “una buena intención”, pues todo se dejó correr sin medir las consecuencias que una mala “libertad de expresión” significará para un grupo de vándalos.
 
DICEN LO QUE SABEN QUE “después de la tormenta, viene la calma”, y efectivamente es tiempo de analizar si hay responsabilidades, no sólo de los manifestantes violentos, sino de alguna autoridad que tuvo que haber actuado antes de que se dañaran los edificios públicos que forman parte del patrimonio de todos los potosinos.
 
DE ENTRADA EL PROPIO secretario general de Gobierno, Alejandro Leal Tovías, y el controvertido titular de la Seguridad, Jaime Pineda, reconocieron públicamente que se tenía conocimiento de la movilización de un grupo de jóvenes que demandarían justicia por la muerte de Giovanni López a manos de elementos de la Policía Municipal de Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco, sin embargo a ojo de buen cubero dejaron crecer esta movilización al grado de un descontrol desmedido de violencia que pudo tener un final macabro que nadie desea.
 
JUSTIFICAR QUE NO SE INTERVINO porque en todo momento se privilegió la prudencia, en nada sirve para reparar el sentimiento de dolor e impotencia de la sociedad, al ver mancilladas a las instituciones sin que autoridad alguna hiciera algo para impedirlo, esto sin tomar en cuenta que el grupo de ignorantes causó un daño al busto del potosino ilustre Ponciano Arriaga Leija, quien seguramente estos vándalos desconocían que siempre soñó y luchó por un México para ellos. Esto me da la oportunidad para referir en un término de sátira política que “Si Ponciano viviera, que chinga les pusiera”.
 
ADEMÁS, ES IMPORTANTE DEJAR en claro que no pretendemos “satanizar” al grupo de jóvenes que, posiblemente de origen, estaban manifestándose por una buena causa como lo es exigir justicia ante un abuso policiaco (eso sí es Jalisco), sin embargo personas ajenas a estos movimientos provocaron que desvirtuara su objetivo, logrando con ello el rechazo generalizado de la sociedad.
 
EXISTE UNA VERSIÓN, QUE posiblemente no salga a la luz pública, que señala que “desde el Congreso del Estado, y en lo particular la Oficialía Mayor, se solicitó a los teléfonos de emergencia, así como a funcionarios de primer nivel, su intervención antes de que las cosas se salieran de control. Sin embargo esta ayuda nunca llegó. Ante esto, seguramente debería haber repercusiones y lo mínimo sería el cese de quien resultara responsable, pero esto nunca sucederá en nuestro apaleado San Luis Potosí.
 
COMO ERA DE ESPERARSE, LOS principales detractores del Congreso del Estado como institución, no se dejaron esperar, pues a decir verdad estos acontecimientos violentos y la falta de actuación de nuestras autoridades, les dará verdaderamente carnita para generar escenarios y buscar colocarse como verdaderos salvadores de la sociedad a través de críticas y descalificaciones. Además, los partidos políticos también hicieron lo propio y seguramente exigirán “sangre”, pues ante la cercanía de los procesos electorales, para ellos es aprovechable todo lo que les pueda redituar en votos, e incluso pasando por encima de sus adversarios políticos.
 
LO CIERTO QUE LOS HECHOS violentos suscitados en el Congreso del Estado, no son una casualidad y seguramente existen intereses ajenos que influyeron en los actos vandálicos registrados la tarde del pasado viernes, pues de entrada fue muy claro que no tenía nada que ver la manifestación para exigir justicia por un caso de abuso policiaco, con la destrucción que se realizó en la sede del Poder Legislativo. Ojala y la Fiscalía General del Estado llegue hasta sus últimas consecuencias y se castigue a los responsables, así como a los actores intelectuales de este daño incuantificable.