Leopoldo Pacheco | 04/06/2020 | 02:51
EN UNO DE LOS MOMENTOS MÁS difíciles de la pandemia, cuando se supone que las cosas son más complicadas, es precisamente cuando a los ciudadanos se les plantea que ya se terminó la Jornada de Sana Distancia y ello se entiende como que ya se acabó la pandemia, lo cual es la confusión evidente al tiempo que mucha gente ya abandonó el aislamiento y también la distancia.
EL SÍ PERO NO, QUE HA manifestado el gobierno federal tiene dos vertientes que no son otra cosa más que un intento de “medirle el agua a los camotes”, un tanteo, dado que por una parte se plantea que estamos en uno de los momentos más álgidos del contagio y por otro lado que ya se acabó la Jornada de Sana Distancia (¿?).
LO QUE PARECE SER UN DOBLE discurso trae consigo también el hecho de que cada estado está generando sus propios esquemas de adaptación, más no un regreso a una Nueva Normalidad, sino la creación prácticamente de una realidad nueva en base a circunstancias que serán también nuevas hasta que no haya una vacuna o un tratamiento efectivo contra la enfermedad de COVID 19.
HAY UNA DICOTOMÍA EN EL mensaje gubernamental donde el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se va de gira a sus proyectos que considera prioritarios, como la inauguración de la obra del tren Maya, donde parece más preocupado porque el consorcio ICA cumpla en tiempo y con el presupuesto acordado dicha obra, que lo que ha subrayado el propio director de epidemiología, Hugo López Gatell, con respecto a tener un país en una fase roja en casi su totalidad, lo cual no deja de ser verdaderamente raro, por la falta de congruencia.
AHORA QUE TAMBIÉN ES CIERTO que esto obedece mucho a una presión económica que no deja de ser grave y en la cual todo parece indicar que el gobierno no podría contener más a una sociedad que en general tiene ya la necesidad de reactivarse a fin de poder sobrevivir, incluso a riesgo de su propia salud, y lo que más les preocupa es precisamente que los contagios traigan consigo el colapso del sistema de salud al verse rebasados, y ese es el tiro que se están aventando, parece ser.
ES DE LLAMAR LA ATENCIÓN CÓMO en México, la política es mantener la libertad de los ciudadanos sin imponer medidas restrictivas a través de la fuerza pública, como se ha hecho en otros países. Y que más paradójico resulte que las restricciones se aplicarán pero solamente a los que “no tienen para dónde correr”, empresas y comercios, si es que nuevamente se les obliga a cerrar, los cual es posible. Pero no al comercio informal ni a los ciudadanos que decidan andar en la calle, e incluso organizar eventos sociales... Esto es verdaderamente extraño y más será que dé resultado.
SAN LUIS POTOSÍ HA DESTACADO nacionalmente porque a pesar de lo virulento de la epidemia del COVID 19, luego de dos meses y días de su inicio, las cifras no se desbordan, ocupa el lugar nacional 23 con menor número de contagios y el 26 con menos fallecidos. La relevancia estriba en que no hay medicinas para un tratamiento efectivo que lo alivie, ni mucho menos una vacuna para prevenirlo, como ya lo sabemos todos. Esto lleva implícitamente el reconocimiento de que las estrategias sanitarias que apoya el gobernador del Estado, Juan Manuel Carreras López, son las correctas para un estado con las dimensiones territoriales del nuestro, incluso con su dispersión poblacional, que es muy grande, y aunque la pandemia está en su segunda semana más agresiva, todo indica que vamos por buen camino, a pesar de algunas desobediencias de los ciudadanos.
LOS DATOS, SENCILLOS, NO pasaron inadvertidos en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) del Gobierno de la República, a cargo del presidenciable Marcelo Ebrard Casaubón, quien a través de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXID) le hizo llegar un reconocimiento al gobernador Carreras López, que, por supuesto, se hace extensivo también para la presidenta del DIF Estatal, Lorena Valle Rodríguez, porque ambos van por el mismo objetivo desde el primer día en que se detectó la pandemia. Los apoyos en dinero fluyeron con precisión, se rescataron empresas de la bancarrota, grupos vulnerables, pero el problema es que el agujero es muy grande, es por más de 500 millones de pesos, de tal forma que los diputados deben de acelerar el paso para aprobar la reestructuración de la deuda pública con los bancos, porque viene lo más duro en este problema de salud.
Y ESE ES OTRO DE LOS RETOS DEL gobernador Carreras al tiempo de que solamente con las cifras conforme van transcurriendo los días, se sabrá qué tanto se afloja o se aprieta la cuerda con respecto a las restricciones sanitarias, no hay de otra. Prácticamente es medirle el agua conforme vamos avanzando en una situación que se puede calificar como peculiar en el caso de San Luis Potosí, que no ha desbordado casos a pesar de todo.
SIN EMBARGO ESTE NO SERÍA NI por poco un momento para cantar victoria o sentirnos del otro lado, como muchos lo están interpretando, aún estamos y más que nunca, en la línea de caernos a un precipicio o salir de esto ya con un daño en muchos aspectos, pero sí con proyecciones y estrategias para recuperar periódicamente lo que se ha perdido.
HASTA LA PRÓXIMA.