La repetición de las balaceras en las calles potosinas ameritan una rápida reacción de las autoridades estatales con el fin de siquiera perseguir a los delincuentes protagonistas con cierta firmeza que los preocupe en algo que puedan ser capturados y a la medida que muchos tienen en mente como necesaria para hacerles frente es que se demande una mayor cantidad de elementos de las fuerzas armadas en territorio potosino y principalmente en la zona metropolitana donde de nuevo se está haciendo costumbre que tengan lugar enfrentamientos armados de lo que, en caso de no frenarlos, podría desprenderse el recrudecimiento de otros delitos de alto impacto como los secuestros., asaltos a bancos y otras empresas como se ha visto en el pasado en la evolución del fenómeno delictivo.
Luego de que se registraran balaceras en algunas colonias del norte de la ciudad y se repitieran por el rumbo del oriente los enfrentamientos armados han llegado hasta colonias del sur de la mancha urbana.
Según los expertos, la necesidad de que se cuente con el refuerzo en las tareas de seguridad obedece a que los miembros del crimen organizado se han acostumbrado a actuar casi con absoluta impunidad al no tener un elemento policiaco digno de temer pues es sabido que todas las corporaciones ya han sido totalmente rebasadas por la delincuencia además de que su capacidad de respuesta y atención a los delincuentes cuando se dan sucesos como las mencionadas balaceras está caracterizada por el tortuguismo dado su conocida lentitud en llegar al lugar de los hechos si se considera que su equipo automotriz lo integran vehículos en calidad de auténtica chatarra en contraparte de las unidades militares siempre listos para entrar en acción.
De armamento de unos y otros mejor ni hablamos por la enorme desventaja con que operan nuestros panzones policías toda vez que en tanto los miembros de las bandas criminales portan moderno armamento de alto poder los encargados de nuestra seguridad se verían mejor equipados con resorteras como las que venden en los mercados por lo inservible de sus armas.
Todo eso le otorga la razón a las voces que se pronuncian por demandar una mayor presencia militar en la ciudad y sus alrededores pues, cuando menos, pueden enfrentarlos en igualdad de condiciones y actuar con mayor celeridad ante los hechos de violencia que día a día tienen lugar en San Luis, todo es cosa que las autoridades estatales vean con lógica el escenario para tomar la decisión bajo el razonamiento de que el verde olivo es el color que más parecen temer y respetar los miembros del crimen organizado.
