Como no hay fecha que no se cumpla ni plazo que no se venza, finalmente este 1 de junio comienza el regreso a la normalidad de las actividades con lo que, de nuevo, se pondrá a prueba el tamaño del deseo de la gente de que se generalice pues básicamente se permitirá la reapertura de negocios del sector comercio siempre y cuando se respeten las normas sanitarias de portar cubrebocas, mantener la sana distancia y no generar aglomeraciones capaces de detonar nuevos brotes de contagios del coronavirus.
Ya concluida la jornada nacional de la sana distancia hace dos días inició la etapa de normalización de las actividades que empezará, como mucho se ha dicho con el reinicio de actividades en los sectores automotriz, de minería y de la construcción, sin que ello implique el señalamiento también ya muy reiterado de que no constituye el banderazo de salida para el abandono de toda precaución y protección ante la pandemia toda vez que aunque se ha mitigado en gran medida en SLP el peligro no se ha eliminado en virtud de que el virus permanece al acecho por todos los rumbos y ámbitos del estado como e nota en los 895 casos positivos que hay aquí así como en las 56 defunciones ocasionadas por el covid- 19.
Así entonces, como ya lo hemos visto en las semanas anteriores, es de esperar y temer, que este lunes ya encarrerada, la gente salga en masa a las calles sin cubrebocas y sin mantener la sana distancia bajo el equívoco de que no hay riesgo de contagio luego terminarse la jornada nacional de la sana distancia y de aprobarse la reanudación de actividades en diversos negocios comerciales que no incluyen cafés clubes de servicio ni tiendas departamentales tan concurridas aún en los días de prohibición.
CABOS SUELTOS
A pesar de que los vendedores del tianguis de las vías regresaron en Menor medida a sus ventas dominicales en el lugar de siempre flota la impresión de que volverán a instalarse semanalmente pese a que falta tiempo para que se declaren sin peligro de contagio de coronavirus las aglomeraciones como las que se presentan en ese lugar por lo que parece ser que se reaviva la urgencia de reubicarlos, intención que no han podido concretar las últimas tres administraciones pues sus dizque líderes quisieran que les permitieran trasladarse a otra zona más o igualmente rentable por lo que nomás falta que los dejen hacer sus vendimias en la avenida Carranza o junto con los antorchistas que en cuanto pueden se instalan con sus horribles puestos en la plaza de armas.
