Octavio Pedroza Gaitán | 23/05/2020 | 15:47
De asombro en asombro. De una barbaridad a otra.Esta semana el Presidente de Morena Alfonso Ramírez Cuellar, anunció con bombo y platillo que a nombre de su Partido presentará una iniciativa de Ley para que el INEGI tenga las facultades de investigar el patrimonio PERSONAL de todos los ciudadanos.Si, así como se lee, que en cada hogar, familia, en nuestras casas, podrán verificar nuestros bienes, nuestro nivel de vida.
Nos investigarán cuántos vehículos, cuántas televisiones, nuestros muebles, las computadoras, en pocas palabras nuestro patrimonio familiar.El INEGI en labores de GESTAPO.
Porque ahora resulta, que el Gobierno Federal y su partido MORENA, pretenden desechar como criterio de Desarrollo del país, ya no los indicadores utilizados en el mundo como lo son el Producto Interno Bruto o el índice de Crecimiento, sino el nivel de bienestar y lo que ellos llaman “De Felicidad” de los Mexicanos.
En pocas palabras será“La riqueza del Alma”como lo dicen en sus promocionales, lo que se busca como propósito.Aducen que es la austeridad y el sacrificio lo que nos llevará a ser un pueblo feliz y, no el mejorar y progresar.
Ahora es para ellos anatema y condena moral, aspirar a mejorar nuestras condiciones de vida, como en los pasados tiempos del Neoliberalismo, argumentan. Miope visión.
Morena y su Presidente Ramírez Cuellar, ex líder del Barzón, aquel que entró a caballo al recinto de San Lázaro, la Cámara de los Diputados y, fundador del Partido Patriótico Revolucionario, resabio de la Liga Comunista 23 de Septiembre, aquella organización a la que se le atribuyó los asesinatos de los empresarios Eugenio Garza Sada y Fernando Aranguren, ahora concibe la Justicia Social como el que NADIE TIENE DERECHO A TENER,SI HAY QUIEN NO TENGA.
En la extrema postura, acorde al Protocolo del Pacto de São Paulo, su concepto radica no en crecer y generar riqueza para que aspiremos a alcanzar mejores niveles de Desarrollo todos. No, su visión consiste llanamente en que:
SI NO SOMOS CAPACES DE GENERAR RIQUEZA PARA COMPARTIRLA, MÁS FÁCIL SERÁ COMPARTIR POBREZA.
Kafka mismo se revolvería en su tumba.