LO QUE HAGAMOS NOSOTROS EN este momento tendrá registro histórico y el juicio de las generaciones del futuro puede ser apegado a criterios muy distintos a los que parecen predominar en nuestro entorno pandémico. Si este hecho no tiene interpretación posible en la mente de los legisladores actuales, entonces estamos jugando a la política sin la menor responsabilidad con ésta y las generaciones por venir.
LA ESTRUCTURA DEL GOBIERNO DE San Luis Potosí -como bien es sabido- descansa sobre tres columnas que corresponden, cada una, a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Ninguna está encima de la otra. Tampoco la responsabilidad de un periodo corresponde a solo una de las tres. Eso se llama “equilibrio de poderes”, concepto sobre el cual se fincaron los gobiernos que adoptaron los que emergieron de la Revolución Francesa.
LUEGO, ENTONCES, LOS TITULARES de los tres poderes de nuestro estado tienen enfrente, con igualdad de responsabilidades, los problemas derivados de la pandemia causada por el COVID 19, entre los que destaca la necesidad de reactivar las actividades económicas del estado al tiempo que la oleada de contagios y de víctimas de la enfermedad baja de la cúspide en que se encuentra.
LAS RECOMENDACIONES médicas son unas y las económicas son otras. Aquellas son diariamente revisadas por funcionarios de la Secretaría de Salud y sus objetivos son claros. Pero las económicas reclaman acciones oficiales cuya realización representa un costo y una inversión en la que no existe más punto de beneficio que salir lo menos lastimados del periodo de encierro que todavía está vigente en nuestro país.
PERO LAS VOCES DE LOS POLÍTICOS más notables que militan en partidos políticos de ideologías distintas, a veces contrapuestas, expresan su sentir y se ubican en escenarios no solamente distintos sino distantes. Si el gobernador Juan Manuel Carreras López solicitó la autorización para obtener recursos excepcionales para aminorar los efectos de la crisis económica que todavía no sentimos en su máxima expresión, no es momento para discusiones estériles sino para analizar, como gobierno, lo bueno y lo malo de su solicitud. El manifiesto rechazo a la solicitud de un préstamo, colocó al gobernador ante la disyuntiva de aceptar el rechazo o replantear un reordenamiento de la deuda que viene a ser la misma gata, nomás polveada.
PARECE NECIO Y RIDÍCULO EL comportamiento de algunos legisladores que rechazaron sin consideración la petición del gobernador, sin antes haber expresado sus puntos de vista y aportar nuevas propuestas con criterios sólidos. Ignoro de dónde vino la sugerencia de que el gobierno vendiera los centros de producción agrícola que tiene en su poder en Santa Rita de Rioverde, y el de El Huevo en el Altiplano, pero ni siquiera meditaron su propuesta suponiendo que ambos son una mina de oro para el gobierno.
OTRA SUGERENCIA MÁS, LA DE vender los terrenos que se habían entregado a la Ford en Villa de Reyes, me lleva a pensar ¿en dónde tienen la cabeza estos señores?
HE SIDO INFORMADO POR personajes vinculados a la compra-venta de bienes raíces, de la existencia de un buen número de lotes baldíos en zonas de alto precio, que sirven a sus dueños como garantía para tramitar créditos ante instituciones bancarias y financieras, corriendo riesgos, es cierto, pero con una capacidad holgada de maniobra en tiempos de vacas flacas. En tanto que entidad pública, el gobierno puede actuar en el mismo sentido sin someter su patrimonio a pérdida o disminución alguna.
PERO SI EL PRETEXTO QUE SE antepone para impedir el alcance del bien común corresponde a estrategias de un juego político para hacer quedar mal al gobernador, lamento mucho concluir que nuestro gobierno tiene tres pedestales, uno más corto que los demás. Ofenden pues.
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