Miguel Ángel Guerrero | 20/05/2020 | 16:45
Luego de que el pasado 18 de mayo, se cumpliera el 28 aniversario del fallecimiento del ex líder civilista el doctor Salvador Nava Martínez en un breve repaso por el escenario político y social podemos percatarnos de que San Luis Potosí padece una aguda anemia de personajes capaces de encabezar, como diría el lugar común, las causas de los potosinos, sino en la dimensión en que lo hizo el oftalmólogo mencionado, cuando menos alguien que lo haga con la dosis necesaria de decoro dignidad y honestidad como para que se gane a pulso el respeto de los potosinos, perfil en el que ni de casualidad encaja ninguno de los que se dicen líderes de las organizaciones de vendedores ambulantes y de grupos de precaristas que aprovechan la oportunidad de hablar en su nombre para lucrar con sus necesidades “vendiendo sus movimientos a cambio de prebendas como materiales de construcción, permisos para sus vendimias en lugares céntricas o por una módica compensación económica.
Este trafique de liderazgos, ha ocasionado, incluso la devaluación de la etiqueta de “líder” pues ya cualquiera que puede acarrear a diez o quince personas se arroga el derecho de colgársela.
Por consecuencia lo mismo se dice líder un dirigente partidista que quien habla en nombre de tianguistas o alguna agrupación de profesionistas.
Sin embargo, fuera de dicho lamentable desperdicio en el empleo de esa palabra en realidad dentro del ambiente político actual no parece haber un personaje con la suficiente capacidad de convocatoria y respeto como para ser visto como alguien que tiene madera de líder social o político en SLP uno que llegue, en un momento dado, hasta a despertar el temor de las autoridades porque sea capaz de levantar en pie de lucha a alguno de los sectores importantes potosinos en demanda de atención a sus exigencias.
Por supuesto, el doctor Nava luchó exitosamente contra cacicazgos férreos como los de Gonzalo N Santos y Carlos Jonguitud Barrios así como contra los abusos e imposiciones electorales de un sistema anti democrático.
Así entonces, ya ni en el medio empresarial se encuentran figuras capaces de ser vistas como posibles futuros líderes de los potosinos y menos entre la clase política actual más interesada en sacar provecho económico de su circunstancia que en hacer suyas las demandas sociales, como lo reflejan fielmente los diputados locales, principalmente.
En este contexto parece ser que ante la anemia de líderes en SLP no queda otro remedio que resignarse a ver cómo las cosas siguen como están ante la ausencia de alguien que motive a la gente a exigir los cambios que se requieren pues, por lo visto, pasarán muchas décadas para que vuelva a nacer otro doctor Nava y se tenga que hacer de tripas corazón para aguantar las tristes caricaturas de líderes que vergonzantemente pululan por ahí.