Filiberto Juárez Córdoba | 11/05/2020 | 18:08
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SE HACE NECESARIA una fe de erratas, dijo el literato, y los díscolos dijeron de inmediato que un político declaró: “si es muy necesaria, urge, porque en estos tiempos nadie nos tiene fe”. Ni se las tendrán, por no poner atención a las cosas porque sabe qué entendería el señor, se hablaba de dar fe de las erratas, es decir de los errores contenidos en un texto impreso dando a conocerlos y poniendo enseguida lo correcto. Bien, vamos con nuestra fe de erratas, hace unos días se publicó un trabajo nuestro, los Cambios de Rector y sus Circunstancias, habiendo en su contenido, al menos, un error notable, donde dice “por la elección del abogado Ignacio Rosillo Pacheco”, debe decir “por la elección del abogado Antonio Rosillo Pacheco”. Una disculpa por la distracción y el cambio de nombre. Como si Ignacio y Antonio se parecieran mucho.
HECHA LA ACLARACIÓN, vamos con una pequeña aportación cultural. La fe de erratas, es el reconocimiento y corrección del yerro por el autor. Cuando en un escrito o publicación hay un error y otra persona lo hace notar, se llama fe de errores. Nos dimos cuenta del nuestro cuando cometimos otro error, nos leímos nosotros mismos y ahí nos saltó el gazapo. Gazapo es un término que en el lenguaje periodístico significa, “yerro que por inadvertencia deja escapar quien escribe o habla”, según el diccionario, pero según el pueblo se llama de otro modo. Gazapo es una palabra que etimológicamente viene de gazapatón, expresión malsonante, de la raíz griega kakós malo, y emphainein que significa expresar, kakemphaton. De kakós también se origina cacofonía y hasta caca. De gazapatón, dicen los académicos, proviene el significado coloquial de gazapo, como mentira, embuste y el de yerro que por inadvertencia deja escapar quien escribe o habla, pero en el gremio periodístico, dícese más comúnmente que viene de gazapo, palabra de origen incierto, según la RAE, pero que significa conejo nuevo. De ahí viene agazapar, permanecer al acecho, estar en alerta o aguardar para sorprender a alguien. Gazapo, conejo nuevo, tiene el significado coloquial de hombre disimulado y astuto. Un gazapo, entonces viene a ser una conejada, una acción no de hombre disimulado y astuto, sino de conejo que se cuela cuando uno menos se lo espera y se va inadvertidamente entre el texto. Su ligereza es tal que a veces aunque se le busque afanosamente se escapa a las revisiones. Para algunos, los gazapos, son duendecillos que hacen travesuras a los más acuciosos redactores, cambiándoles letras, palabras o hasta frases, generalmente con resultados divertidos.
LEÍMOS EN REDES SOCIALES un comentario, más bien reclamo, a algo que expresó la diputada federal Guadalupe Almaguer Pardo. Le decían que en lugar de criticar al gobierno federal su pusiera a trabajar por la gente de su distrito. Eso mismo dicen muchas personas cuando de diputados se trata, que se vayan a sus distritos a trabajar por sus electores. No sabemos qué tanto puedan hacer en los lugares donde la ciudadanía votó por ellos, pero los eligieron para que en su nombre y representación legislaran, es decir hicieran y modificaran las leyes, y vigilaran la actuación del Poder Ejecutivo. Tienen funciones muy definidas y en la división de poderes, como parte del Poder Legislativo, su trabajo no es meramente andar en sus distritos, ni siquiera repartiendo despensas, es actuar como contrapeso del gobierno federal, cumpliendo con labores de aprobación de leyes, autorización del gasto público y de vigilancia para que haya una buena administración del erario. Opinar y criticar al gobierno, es uno de los trabajos, aunque no lo parezca, de los diputados. Que lo hagan con seriedad, responsabilidad y valentía, es lo que se debe esperar de ellos.
QUE AHORA QUIEREN, según dicen, que en la UASLP haya mayor democracia, ni que fueran partido político, dice Miguel Ángel Guerrero, cuando de eso se habla. Ante la cercanía de la renovación de los directores de las facultades, que según el Estatuto Orgánico debe ser en el mes de junio de este año. Aunque no se sabe los nombres de quienes presuntamente piden democratizar la Universidad Autónoma, lo que sí es seguro es que muchos no saben cómo se dan esos nombramientos. El artículo 32 del Estatuto Orgánico establece que es facultad del Consejo Directivo Universitario, en su fracción V: “Nombrar y remover a los directores de las facultades, escuelas y unidades académicas multidisciplinarias”. El proceso que se sigue lo marca el artículo 45: “Los directores de las facultades, de las escuelas y de las unidades académicas multidisciplinarias, serán elegidos por el Consejo Directivo en el mes de junio de los años de la elección del rector; quien propondrá una terna aprobada previamente por el Consejo Técnico Consultivo respectivo, que podrá impugnar a los propuestos únicamente por falta de requisitos estatutarios, a fin de que el rector proceda a las sustituciones pertinentes”. Es una elección del Consejo Directivo Universitario, de una terna propuesta por el rector y con la aprobación del Consejo Técnico Consultivo de cada facultad. El asunto es participativo, bien definido y con un Consejo Directivo que ya dio muestras de actuar con independencia y pluralidad, ¿o no fue así el 1 de abril? Ni modo que se diga que los nombramientos serán por dedazo o sin escuchar a las partes interesadas de cada entidad que renovará directores. De los 18, un poquito más de la mitad pueden ser reelectos y los otros, sin excepciones tendrán que ser nuevos.
UNA PERSONA, de Tamazunchale, mujer joven, profesionista y con empleo estable, el 4 de mayo fue detectada con coronavirus, por lo que se le recomendó el aislamiento pertinente, pero el 10 de mayo lo hizo a un lado y participó en los festejos del Día de la Madre. La consecuencia es que ayer ya había personas, que estuvieron en su entorno, con síntomas de contagio. Es ignorancia de la gente, se dijo. No, es soberbia y hasta prepotencia, de quienes creen que son diferentes y pueden hacer lo que quieran y no les pasa nada, nos comentaron. Ya andamos por los 300 contagiados, en pocos días los casos se han multiplicado y seguimos en las mismas, muchos no entienden a pesar de lo que estamos viendo. En este caso, una mujer preparada, profesionista, no respetó la cuarentena, pero los demás ¿a qué iban si ya sabían lo que estaba pasando?, no fue ignorancia entonces. NOSOTROS DECIMOS:
El festejo estuvo padre
Pero ahora están en la lid
Porque dicen que el Covid
¡De inmediato les dio en… el contagio!
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