LA PIRATERÍA ES MILENARIA

Un libro de texto de secundaria sobre la historia de Egipto, dice: “Desde el tratado de Hattusil y Ramsés II el Asia occidental vivió en paz y la población semita se consagró al comercio y a la agricultura; pero medio siglo después llegan a las costas del Mediterráneo oriental nuevos pueblos, provistos de armas de hierro que arrasan el imperio hitita, hieren de muerte a Egipto y favorecen indirectamente a otros invasores. Ya desde la época de Seti I, padre de Ramsés II, los libios molestaban en el Delta presionados por la vanguardia de aquellos pueblos que recorrían las costas pirateando”.

Esto sucedía unos mil doscientos años antes de nuestra Era.

Y en el tierno relato de los amores de Dafne y Cloe los enamorados son atacados y despojados de su pequeña barca en aguas de Grecia por unos piratas, episodio que se supone tuvo lugar hace siglos.

La revista “Time” ha publicado reportajes en los que narra actos de piratería que tienen lugar en nuestros días y que se refieren al robo de yates, botes y lanchas de motor en los embarcaderos públicos o muelles particulares. Portadores de armas largas, modernos corsarios roban también dinero, cigarros, azúcar, equipo de navegación, aparatos electrónicos. Los más inseguros son: el mar del sur de China, Filipinas, Indonesia y Brasil, que carece de guardacostas y lanchas patrulla. La Internacional Maritime Bureau maneja cifras estadísticas.

Nosotros hemos escuchado relatos de piratería que tienen lugar en países del primer mundo, de los que poco o nada trasciende aunque los piratas se apoderan de barcos enteros, con todo y carga Nos cuentan que el asunto se arregla mediante el pago de las pólizas que cubren las compañías aseguradoras.

Los actos de piratería que cometen bandas de somalíes en costas africanas, apoderándose de barcos con cargamentos por los que obtienen cuantiosos rescates, son ampliamente difundidos por agencias noticiosas internacionales, con todo y fotografías de las naves y los delincuentes