Los potosinos desobedientes

Y ES EN ESTE TEMA DONDE lamentablemente no dejamos de destacar ahora a nivel nacional. Las cifras que arrojan las estadísticas de contagio que se han dado a conocer por la pandemia de COVID-19, no dejan de ser un indicativo de las consecuencias que podría tener la entidad potosina, no por una situación de prevención, de infraestructura médica, de comunicación.

LA ACTITUD QUE DEMUESTRA LA mayoría de la ciudadanía no es más que la respuesta ante una situación que posiblemente no se ha dimensionado en términos de su gravedad y de ahí este tipo de actitud, en donde podemos ver en la capital y en muchos municipios, la más absoluta indiferencia entre muchos ciudadanos, a las indicaciones de sana distancia y a guardar la cuarentena sin salir de casa. Incluso a la portación de elementos como el cubre bocas o la limpieza de manos.

SON PREGUNTAS QUE necesariamente tendríamos que plantear a los ciudadanos que simplemente son omisos a este tipo de avisos por parte de la autoridad.

¿QUÉ ES LO QUE NECESITAS VER o vivir para que creas que verdaderamente hay un peligro para la salud? ¿Será necesario que veas, como en Bolivia, que la gente se desploma en la calle? ¿Que tu teléfono suene para avisarte que un familiar o ser querido acaba de ser trasladado al hospital por una crisis respiratoria? ¿Que seas tú mismo el que ingrese a una clínica y te digan que has contraído el virus?

SI ES TODO LO ANTERIOR, COMO parece serlo, entonces ya no servirán de nada las respuestas, porque para entonces ya sería demasiado tarde y en este aspecto posiblemente ya las alternativas no se pueden suscribir a un “hubiera”.

LA GRAN CANTIDAD DE información también ha jugado un papel importante en la incredulidad de muchas personas sobre este problema. Vamos suponiendo que tuvieran razón en términos de mantener las creencias en conspiraciones internacionales, o de los gobiernos, como lo han manifestado muchos. Pero ¿Y si no? El precio para todo es muy alto por esta falta de conciencia de muchos, que está demostrado que no salen a la calle por su actividad esencial ni por una necesidad apremiante, sino por el simple hecho de que se les da la gana hacerlo.

EL TEMA DE LA INSEGURIDAD.- En lo que refiere al aumento de los índices delictivos, la propia autoridad estatal ha puesto de manifiesto que factiblemente haya un aumento en los casos de robo, y esto tiene una lógica al tiempo que la debacle económica y comercial sigue en picada, con desempleo, la necesidad y puede llegar incluso el hambre. Eso conlleva a que los ciudadanos deban extremar precauciones en su cotidianidad, para ir al banco, cajeros, compras e incluso si dejan solo el hogar, porque hay testimonios de personas que temen por la presencia de drones que reportan, sobrevuelan algunas casas y no se tiene certeza de dónde vienen, algunas personas o vehículos sospechosos también en algunos fraccionamientos. La última noticia sobre el robo de una computadora del mismísimo laboratorio de salud en el estado, que hizo presumir el robo de pruebas de COVID-19. Una pregunta es también si esta situación podría no obedecer a la intención de revelar nombres de contagiados de manera pública, como lo que ocurrió en el gabinete federal recientemente, donde se filtró quiénes tenían la enfermedad en la administración federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador, “vaya usté a saber”.

EL RESCATE.- Porque con todo este problema además de las crisis de estrés y depresión que muchos potosinos podrían estar manifestando por el encierro, lo que ya están considerando atender puntualmente como un problema de salud pública, también está el tema económico, porque de ahí parte una consecuencia grave de esta epidemia.

LA COLOCACIÓN DE 22 MIL créditos de 10 mil pesos cada uno a través del Sistema de Financiamiento para el Desarrollo del Estado (Sifide), no deja de ser una alternativa viable para reactivar la actividad económica para las pequeñas y mediana empresas, una vez que las medidas de distanciamiento social hayan disminuido y poder reactivar el empleo que se ha perdido por esta situación, por lo que en este momento resulta importante que se tenga un censo real de todos aquellos negocios que han tenido que suspender sus actividades, y sobre todo aquellos que al parecer podrían estar condenados a desaparecer.

POR ÚLTIMO NO QUIERO DEJAR DE hacer la invitación para todos los ciudadanos a través de cualquier forma de exhorto, a que seamos parte de la solución y no del problema. Entre aquellos cuya circunstancia les permita la solidaridad a favor de quienes menos tienen, entre aquellos cuya actividad les permita la disciplina de mantenerse en el hogar, entre aquellos que pueden apoyar a que la salud emocional de quienes conocen o los rodean, se mantenga sana.

#QuedateEnCasa

HASTA LA PRÓXIMA.