San Luis Potosí, SLP.- Este Viernes Santo fue totalmente distinto a como solían ser, entre el fervor religioso, la tradición y los momentos de convivencia entre las miles de familias que se aglutinaban en calles del Centro Histórico para ver pasar la Procesión del Silencio.
Este viernes los tambores no resonaron en la cantera y las cadenas no recorrieron los adoquines.
Sin embargo, esto no fue del todo cierto, ya que poco antes del anochecer, unos cuantos transeúntes, vieron a un solitario cofrade, con cubrebocas, recorriendo las calles del Centro Histórico.
Con admiración y sorpresa fue visto por distintas personas, con cámaras fotográficas, algunos siguieron su camino, otros simplemente lo ignoraron. A la distancia, elementos de la policía municipal vigilaron y cuidaron la marcha del penitente.
Portando los colores amarillo y rojo de la Cofradía del Encuentro, con sede en la Parroquia De Santiago y fundada en 1971, el solitario penitente finalizó su procesión para después, retirarse como llegó, en silencio.