· Conservadurismo, mito divisionista
· Neoliberalismo, teoría en decadencia
· Socialismo, probó su fracaso social
· COVID: a prueba sistemas económicos
Nadie abandona el cargo de presidente con el mismo prestigio y respeto que lo llevó ahí.
Thomas Jefferson, 1743-1826; político y filósofo estadounidense.
Al escuchar las conferencias de prensa mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador, me llevaron a la reflexión de la insistencia en hablar de la corrupción, que supuestamente acabó en su sexenio, pero que todavía existe según él, y su enfrentamiento a los conservadores; el mismo discurso que aniquiló social y económicamente, al país en el siglo XIX.
Y, estimado lector, no quiero caer en las aguas profundas de la teoría política, ni mucho menos en la sociología del poder. Sólo quiero llevar a la práctica lo que la historia nos ha demostrado que ha sido un fracaso, donde los únicos que sufren son las grandes masas de pobres.
En las mañaneras AMLO acusó a la prensa, a los empresarios y a aquellos que critican en su actuar administrativo, de ser conservadores, corruptos y sus enemigos. No, señor. La crítica no se hace con el fin de acabar con el líder de la nación (quieran o no, los adversarios de Andrés, es el Líder). Se trata de construir sobre las ruinas sexenales de decenas de gobiernos incompetentes y corruptos en la historia del país. Yo te he criticado Andrés y lo he criticado a usted Señor Presidente. No significa que quiera que se derrumbe su gobierno. Lo que quiero es un gobierno sólido y sin totalitarismo, ni oligarquías plutocráticas, ni burocracias todopoderosas; que responda a las necesidades de todos, absolutamente todos, los mexicanos. Sin diferencias partidistas, ideológicas, religiosas, partidistas o de clase social.
El conservadurismo y el liberalismo, al estilo del siglo XIX provocó miles de muertes. Se disputaban el poder y el dinero de un gobierno débil. Así perdimos liderazgo continental, así como las riquezas. Mientras en el interior se peleaban conservadores contra liberales, Estados Unidos se apoderaron de nuestro territorio, economía y le prestaban dinero a ambos lados del conflicto mexicano, para cobrarle a los ganadores con intereses usureros. Así nos debilitaron; así perdimos el bienestar de aquellos mexicanos y decenas de generaciones posteriores.
Los conservadores ya no existen y los liberales del siglo antepasado, no responden a los intereses de la actualidad. Las condiciones políticas, económicas y sociales, cambiaron.
El neoliberalismo, ya demostró en unos pocos lustros de existencia su fracaso al ahondar las brechas entre los muy pobres y los muy ricos, así como el aniquilamiento paulatino de la clase media.
El socialismo, también demostró su fracaso. Hundió a mediados de los ochentas la antigua Unión Soviética en pobreza de las inmensas mayorías y le inmensa riqueza de las burocracias policíacas, que actualmente son inmensamente ricas.
En cambio, la estrategia económica china es la sorpresa del capitalismo con disfraz de comunismo. El gobierno va como socio con los grandes capitales y al mismo tiempo usa el dinero para impulsar sectores productivos que van subsidiados por el mundo para obtener beneficios financieros. Es el éxito de riqueza que no se sabe cuánto tiempo durará ese crecimiento, que vive un impase mientras ataca el Covid-19 a la humanidad.
México, en lugar de luchas intestinas por la hegemonía de ideologías que han demostrado el fracaso en el mundo y el empobrecimiento de sus pueblos, lo fundamental es crear condiciones de riqueza. Lo ideal es repartir la riqueza, que repartir la miseria. Eso es lo que no entiende la clase política y la clase ideologizada. Ya basta de luchas por el poder y el dinero, en base a la ideología. Vamos por mejorar la vida de todos y que nuestros gobernantes sean simples empleados administrativos que tienen la obligación de crear esas condiciones de bienestar, no de estructuras electorales para perpetuarse en la silla de que les da riqueza, comodidad y un séquito de siervos.
Los tiempos exigen nuevas estrategias contra la miseria y para hacer crecer el bienestar de todos. Por el momento, tenemos la certeza que la pandemia del COVID-19 cambiará el mapa geopolítico, económico y social, donde las ideologías serán aplastadas por las necesidades de la población.
PODEROSOS CABALLEROS: Que triste que los burócratas de la secretaría de Salud sean tan lentos que no aprueben, en momentos de emergencia, importaciones de pruebas para detectar el COVID-19. Importadores denuncian que pasan los días y la coordinadora de evaluación de la Secretaría de Salud, Claudia Gómez Palomino, con tortuguismo, no revisa la documentación que necesita la Cofepris, que coordina Alfonso Novelo, para hacer las pruebas y autorizar la importación de más de 2 millones de pruebas. La señora Gómez Palomino, simplemente no responde las solicitudes, ni siquiera las llamadas telefónicas, ni mucho menos los correos electrónicos. Burocracia criminal en momentos del coronavirus. De ahí a la Cofepris, luego al INDRE para las pruebas. Mientras enfermos mueren sin ser diagnosticados. No se vale Jorge Alcocer… No se vale.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA: Con el propósito de apoyar a la amplia comunidad de meseros durante la emergencia sanitaria derivada del COVID-19, Grupo Modelo, bajo la dirección de Mauricio Leyva, relanzó su Academia de Meseros Modelo, plataforma digital para capacitación con contenido del ramo cervecero, así como diversos incentivos mediante un programa de retos y misiones. De acuerdo con el presidente del grupo, Cassiano de Stefano, más de 4 mil personas podrán capacitarse en esta crisis sanitaria.
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