Roma.- Como una versión actualizada de una de las obras más famosas de William Shakespeare, un hombre mató a su pareja, una doctora italiana, por creer que lo había contagiado de COVID-19; después del asesinato, intentó quitarse la vida cortándose las muñecas y, poco después de fracasar en su suicidio, llamó a la policía para confesar su crimen.
La policía lo encontró desangrándose, sin embargo los colegas de la asesinada lograron salvar la vida del hombre. Los doctores han investigado y según el diagnóstico, ninguno de los dos tenía el mortal virus.
Sin embargo, cuando Antonio de Pace, el asesino, fue presentado ante el fiscal, expresó que había cometido el crimen porque supuestamente su pareja lo había contagiado de COVID-19.
Ambos habían estado trabajando en un hospital local en Messina, en la isla italiana de Sicilia, y fueron reclutados para ayudar en la luch contra la pandemia de coronavirus. Una fuente policial local dijo: "Ella era una doctora que estaba trabajando duro para salvar a otros. Es una tragedia", publicó el diario The Sun.
La víctima, Lorena Quaranta de 27 años, se había manifestado en redes sociales, llamando a que la gente reconociera y valorara el trabajo que los médicos italianos están llevando a cabo para salvar la mayor cantidad posible de vidas ante la pandemia por la nueva cepa de coronavirus.
Pocos días después, su novio la mataría por la histeria de creer que, por estar cuidando de los enfermos, ella también se habría contagiado de COVID-19
Italia fue, durante varios días, el país con la mayor cantidad de contagios y con la mayor cantidad de muertes, superado sólo por Estados Unidos.
Actualmente, y según el mapa realizado por la Universidad Johns Hopkins, actualmente Italia cuenta con 119 mil 827 enfermos de COVID-19 y ha tenido casi 15 mil fallecidos a causa del virus.
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