Viernes 15 de Noviembre de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Seamos humildes, agradecidos y generosos

Jorge Armendáriz Gallardo | 29/02/2020 | 17:52

“Una de las cosas más afortunadas que te pueden suceder en la vida es tener una infancia feliz” Agatha Christie

 

LA ESPIRAL DE VIOLENCIA DE LA cual hemos platicado en anteriores entregas, nos sigue mostrando su peor rostro y de manera penosa lo grave que significa que siga creciendo cada día.

 

PARECIERA REPETITIVO QUE ESTE tema llene las líneas de esta reflexión, pero de ese tamaño es el daño que recibimos y al cual nos hemos acostumbramos, nos hemos adaptado y nuestros hábitos también.

 

SOMOS UNA SOCIEDAD QUE SE agacha para no ver, para no actuar y sin embargo la violencia nos come cada día espacios, alegría y la sonrisa.

 

Y PARECIERA QUE LOS MÁS afectados son nuestro niños y niñas, pues además de limitar su espacio, que antes era inmenso, en cualquier lugar los niños podían ser felices, además por ser los receptores de esta “nueva” forma de vivir con extremas limitaciones y extremas muestras de la misma violencia que los acompañan como un daño irreparable.

 

SE CONVIERTEN EN UN CÍRCULO vicioso de presenciar, para un futuro no muy lejano, ser permisivos o incluso ser ejecutores de la peor de las violencias.

 

HOY DEBEMOS HACER QUE nuestros niños y niñas sean felices, para que sean también adultos buenos.

 

¿PERO CÓMO HACERLO?

 

EN MÉXICO A PARTIR DEL AÑO 2008 se comienzan a construir en Tijuana, BC, los “Club de Niños y Niñas” basados en el modelo de “Boys and girls club” de Estados Unidos, donde ya datan 160 años de existencia con más de 4000 centros con este modelo, donde se privilegia la atención de sus tareas escolares, acompañado de diferentes disciplinas como deporte, arte, computación, estos “Club” son dirigidos a niños y niñas de entre 6 y 12 años con riesgo de calle, en hogares donde el padre está ausente o donde padre y madre están ausentes de su cuidado por las tardes.

 

HOY EN DÍA LA DELINCUENCIA POR un lado y la falta de oportunidades para los jóvenes, obliga a que muchas niñas y niños comiencen a participar en pandillas juveniles, donde se involucran en las drogas que les marcan rutas muy lamentables.

 

ADEMÁS DE ESTO LA CULTURA social también dirige su atención a los temas de bandas y series de violencia, donde muchos de ellos visualizan de manera equivocada un camino en su futuro.

 

MÁS DE 120 MILLONES DE mexicanos con altos grados de pobreza, además de la económica de los valores, hacen que las instituciones se vean rebasadas en los alcances de dar a cada niño y niña mexicano, además de un hogar, un sueño y un camino para convertirse en buenos ciudadanos y mejores mexicanos.

 

ES POR ESO QUE INICIATIVAS como el Club de Niños y Niñas, que ya suma 12 años en México, se deben fortalecer, primero siendo conocidas por todos para que esta puerta de esperanza sea una opción para quienes deben dejar (por la necesidad de trabajar), a sus hijos por la tarde, evitar también que estos desvíen su camino y se lancen al abismo de la delincuencia.

 

DESPUÉS PORQUE ESTAS iniciativas dependen del apoyo de otros ciudadanos para existir, es necesario decir que la mayor parte de los apoyos con que estas organizaciones operan, proviene de particulares o de empresas, una parte muy pequeña de los gobiernos.

 

POR MEDIO DE BECAS Y donativos es posible que niños y niñas reciban de manera justa la atención, cuidado y formación de valor que se les ha negado, evitando que el daño que se cause en esos pequeños los convierta en adultos lesionados de afecto que podrán repetir esa conducta negativa.

 

Y TAMBIÉN PORQUE EN MÉXICO la cultura altruista es muy pobre, desorganizada y con una tendencia a la baja, debido a que los mexicanos somos muy eufóricos con las causas que nos mueven como los terremotos o tragedias naturales, donde “nos ponemos las pilas” y actuamos de manera ejemplar, sin embargo somos muy poco comprometidos para el tiempo completo o el largo plazo; también en México nos gusta ayudar de forma unitaria, pero de manera desorganizada.

 

EL ALTRUISMO EN MÉXICO DEBE de constituir una forma de vida para un país que es muy solidario, debemos aprender a hacer equipo al momento de apoyar una causa, además de esa pasión que la emoción nos mueve siempre, también debemos de saber aprender a ayudar, de quienes saben hacerlo, con la metodología que utilizan incluso otros países que nos llevan un poco de ventaja en la experiencia de hacer el bien al prójimo.

 

ES POR ESTAS TRES RAZONES QUE esta columna le da forma a estas letras para mover la conciencia de quienes nos leen, para que conozcan El Club de Niños y Niñas, además de otras muchas asociaciones civiles que día con día trabajan por muchas causas que las instituciones gubernamentales no alcanzan a cubrir.

 

QUE SEAMOS SOLIDARIOS CON estas causas para que puedan ser modelos de trabajo, que más personas las apoyen y de esta manera puedan llegar a más beneficiarios.

 

Y FINALMENTE PARA CONSTRUIR un país más cálido, más generoso y más unido, no solo en las tragedias naturales, sino todos los días del año, en que muchos sufren carencias, daños o simplemente no tiene la brújula que les dice por dónde está el camino correcto para dirigir su proyecto de vida.

 

¡Seamos humildes, agradecidos y generosos!

 

¡Siempre!

jorgeearmendariz@gmail.com