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Políticas de la 4T modifican migración en SLP

Lilia Quevedo | Plano Informativo | 29/02/2020 | 15:13

San Luis Potosí, SLP.- En el último año, los flujos migratorios se han comportado de manera irregular. Derivado de las reacciones y amenazas arancelarias del gobierno de Estados Unidos, ha sido notable el cambio en la cantidad de migrantes que transitan por México, el incremento de “rescatados” en situaciones precarias y las presuntas violaciones a los derechos humanos de las que han sido objeto.

El acuerdo migratorio que se firmó con Estados Unidos ocasionó, a mediados de julio del 2019, una baja de hasta el 50 por ciento del flujo migratorio de Centroamérica. A siete meses de este acuerdo migratorio, la incidencia bajó hasta en un 70 por ciento, señaló Enrique Malacara Martínez, director del Instituto de Migración y Enlace Internacional (IMEI) de San Luis Potosí.

En un principio la 4T se mostró como un país de puertas abiertas para los migrantes, posteriormente el Gobierno federal reconoció que se debía de tener una migración “más ordenada”.

A mediados de julio vino la presión de Estados Unidos, donde prácticamente fue nula la aceptación de personas migrantes, se implementó la Guardia Nacional y eso vino a imposibilitar el ingreso o tránsito de migrantes a través de México.

Justo cuando se arreciaron las amenazas por parte Trump, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) registró un mayor flujo de rescatados en la zona de San Luis Potosí, que llegó hasta los 247.

En julio del 2019, en más de 20 eventos diferentes, se llevó a cabo el rescate humanitario de 247 personas de nacionalidades: hondureña, salvadoreña, guatemalteca, nicaragüense, cubana y ecuatoriana.

Para agosto la cifra disminuyó al rescate de 127 personas hondureñas, salvadoreñas, guatemaltecas, nicaragüense y cubanas.

Para septiembre el número redujo aproximadamente una tercera parte, pues se reportaron 38 rescatados, octubre continuó con una tendencia similar con el rescate humanitario de 35 personas.

En noviembre todavía se redujo más, pues se presentaron 16 rescates, mientras que en diciembre, enero y febrero, han sido nulos los rescates.

Pese a estas reducciones, el comportamiento del flujo migratorio en la Casa del Migrante se comportó de manera distinta en el último año, ya que tuvo ciertos incrementos en comparación al 2018: “Fue muy por encima del 2018”, reconoció Rolando Maldonado Salas, director de la institución.  

Durante el 2018, se registró un total de 10 mil 200 personas, para el 2019 se rebasaron las 15 mil. A partir de julio empezaron a disminuir, en octubre y noviembre, se registró un promedio de 80 a 120 personas diarias en la casa, a diferencia del flujo migratorio que había en los primeros meses, que era de hasta 250 personas.

“Fue un año bastante irregular y eso con todo lo que conlleva, más lastimados, más perseguidos, más agredidos […] En esta última caravana de hace quince días, tres semanas, el gobierno presume de que no hubo violaciones a derechos humanos, sin embargo, los testimonios son todo lo contrario, violaciones a los derechos humanos, abusar de la autoridad de la fuerza”, reconoció el director de la institución.

En lo que respecta a este año, enero y febrero han representado una situación bastante compleja por “personas mutiladas por el tren, hemos tenido prácticamente una persona por mes y es aquí dentro de la mancha urbana, al querer bajar, al querer subir, ha sido un tema bastante difícil, entonces si nos ha tocado atender, el último fue el sábado en la madrugada, que perdió sus dos piernas y un brazo”.

Nacionalidades más frecuentes

Durante el 2019 la prevalencia fue de originarios de Honduras, con un 75 por ciento, Guatemala en segundo lugar, sorpresivamente México en tercer lugar (de estados del norte y sur) y el Salvador.

En menor medida, se registró la presencia de 26 cubanos en 2019, en este mes y medio van seis personas cubanas que se quedan en la Casa del Migrante.

Las políticas de Trump han afectado de lo general a lo particular, señaló Marcelo Zapata, maestrante en Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

“Las personas que están en los albergues están en un espacio de incertidumbre, es decir, que antes llegaban a Estados Unidos y podían solicitar asilo dentro de un plazo de un año, ahora lo que pasa es que esperan su trámite migratorio en las fronteras, eso ha hecho que se dilate el proceso, que sea más lento”.

Las políticas se están viendo desde un enfoque de seguridad nacional y no desde una perspectiva de derechos humanos que permita la integración.