Cardiopatías congénitas, segunda causa de muerte en menores de un año

En México, las cardiopatías congénitas son la segunda causa de muerte en menores de un año, primera en niños de uno a cuatro y quinta en población de cinco a 17, aunque algunas pasan inadvertidas por años y se manifiestan hasta la edad adulta.

Así lo señaló el cirujano cardiovascular del Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, Mauricio Damián Gómez, quien explicó que estas enfermedades son defectos estructurales del corazón o de los grandes vasos que resultan de una formación embrionaria inadecuada.

En un comunicado, indicó que existen cientos de cardiopatías congénitas, de las cuales entre 50 y 60 por ciento de ellas son las más frecuentes. Sin embargo, dependiendo del tipo de malformación y su grado de severidad, un gran porcentaje de éstas son tratables con cirugía correctiva o paliativa.

“Algunas causan la muerte al nacimiento, otras requieren tratamiento quirúrgico al nacer, unas más pasan inadvertidas hasta la edad adulta, cuando el corazón tiene mayores requerimientos”, enfatizó Damián Gómez.

Destacó que para su tratamiento dicho hospital cuenta con equipo de bomba de circulación extracorpórea, aparato que sustituye la función del corazón y pulmones, que permite mantener al paciente con vida mientras se corrige la malformación.

El especialista resaltó que la mayoría de estas enfermedades provoca cansancio con mucha facilidad, jadeos al hacer ejercicio y, en niños lactantes, sudor al comer, irritabilidad y dependiendo del tipo de cardiopatía pueden ponerse azules de los labios y piel.

Ante ello, recomendó estar alerta ante estos signos y llevar a los niños al médico para que se les realice una exploración cardíaca de rutina, lo que permitirá identificar anomalías en el funcionamiento y estructura del corazón.

También aconsejó a las mujeres embarazadas someterse a vigilancia y monitoreo médico, y a la población en general acudir una vez al año a una consulta de chequeo preventivo.

“Aunque estas alteraciones no pueden tratarse antes del parto, su detección en la vigilancia médica del embarazo permite establecer una alerta para que al nacimiento, el bebé sea valorado inmediatamente por el cardiólogo pediatra y determinar su pronóstico y manejo”, señaló.