¿Cuánto cuesta casarse?

¿Tus finanzas dan el “Sí”?

Cuando comienzas una relación no sabes hasta dónde puede llegar, si has decidido dar el siguiente paso con tu pareja, es importante que sepas cuánto cuesta casarse para evitar que “eches la casa por la ventana”, e incluso llegues a necesitar de algún préstamo que pueda provocar un desequilibrio en tu economía.

Todo empieza con un “Sí”

La búsqueda del anillo perfecto puede resultar más difícil de lo que crees, encontrar uno que sea lindo y que además se ajuste a tu bolsillo puede hacerte perder la cabeza.

El costo promedio de un anillo de compromiso varía, pero saber más sobre el material y algunos factores de diseño del mismo, puede ayudarte a entender el precio. Hazte las siguientes preguntas y así determinarás el costo del anillo que deseas regalar.

¿Oro, plata, titanio o platino?

Estos son los metales más populares para los anillos de compromiso y por lo regular la plata es la menos costosa.

¿Ya pensaste en el diamante?

El peso del diamante, es decir, los quilates, determinan su costo. Toma en cuenta que entre mayor sea su tamaño, más costoso será el anillo. Además, existen diferentes cortes del mismo, que también influyen en el precio. Compara, no compres el primero que te ofrezcan.

Apóyate en el presupuesto

Una vez que haya pasado la euforia por el compromiso, es momento de sacar lápiz y papel. La planeación de una boda tiene muchos detalles que quizá no imaginaste en un principio, entre los que destacan: el lugar del evento, los anillos, el banquete, el número de invitados, entre otros, que implican voltear a ver tu cartera. No comiences el gasto a “ojo de águila” porque podrías terminar endeudado.

 Para llevar todo en orden, elabora un presupuesto. Te será más fácil saber con cuánto dinero cuentas, para no salirte de control al hacer las compras de todo lo que requieres para la celebración. Es muy fácil, pon mucha atención:

1. Determina con tu pareja el monto con el que cuentan para los gastos de la boda, debe ser una cantidad que no ponga en riesgo sus finanzas.

2. En un cuaderno u hoja, escribe en una columna lo más importante que debe incluir la boda y en otra el costo. No olvides comparar precios con diferentes proveedores, para que optes por aquellos que se ajusten más a la cantidad que estimaron en un principio.

3. Planear su boda requiere tiempo y fijar la fecha adecuada puede ahorrarles algunos “pesitos”, lo recomendable es que sea con un año de anticipación, así no estarán apresurados por conseguir todo a última hora.

4. Ahora bien, conocer el número de invitados podría darles una idea del costo real, ya que define el tamaño del lugar donde podrían llevar a cabo la celebración, no olviden incluir el costo de invitaciones, banquete, y más.

5. Semanas antes de la fecha, realicen un cierre de planeación, esto les permitirá relajarse y en la medida de lo posible reducir gastos como: salidas, fiestas, compras, etc.

Al cuidar tu economía no necesariamente le estás quitando diversión a tu evento, gastar mucho no significa que la pasarás bien en ese día especial. Por eso toma en cuenta lo siguiente:

No te endeudes con más de lo que puedes pagar.

Pregunta qué incluye el lugar donde realizarás tu evento, si tiene costos adicionales o te pueden ofrecer algún paquete.

Formaliza con los proveedores la entrega del contrato por escrito, léelo detenidamente antes de firmar y verifica que especifique las características del producto o servicio contratado.

Piensa en el número de invitados, tener un evento pequeño además de permitirte convivir con personas cercanas, puede ahorrarte  una cantidad importante.

Para tu luna de miel puedes buscar paquetes todo incluido y viajar en temporada baja.

Si quieres economizar, puedes hacer tus propias invitaciones o mandarlas vía electrónica y llamar para confirmar.

Los recuerdos son clásicos en todas las fiestas, sin embargo, por pequeños que sean, representan dinero que bien podrías ocupar para pagar otra cosa o hasta ahorrar.

Tú sabrás al momento de planear, qué puedes omitir. Tener la boda de tus sueños sin poner en riesgo tus finanzas es posible, siempre y cuando compares con tiempo y sepas qué necesitas, para así tomar con calma la mejor decisión.