Viernes 26 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.
tecnologia

Hoja artificial imita el proceso de la fotosíntesis

Muy Interesante | 09/01/2020 | 21:48

Investigadores de la Universidad de Waterloo, en Ontario, desarrollaron una «hoja» artificial que imita el proceso de la fotosíntesis y convierte C02 en metanol y oxígeno.

 

¿Qué es lo que logra la hoja artificial?

 

Para tener éxito, los investigadores usaron agua, luz solar y un óxido de cobre.

 

Esto, que científicos llaman «hoja artificial» toma la forma de un polvo diluyente rojo. 

 

Se produce en una hora a partir de la reacción química de cuatro sustancias:

  • Glucosa.
  • Acetato de cobre.
  • Hidróxido de sodio.
  • Dodecil sulfato de sodio.

En concreto, los autores diluyeron el óxido de cobre en agua, en la cual se había soplado previamente dióxido de carbono. La mezcla se expuso a la luz blanca simulando el sol, activando el mecanismo de fotosíntesis. 

 

Finalmente, el agua se calienta para permitir que el metanol se evapore.

 

Hacer metanol a partir de dióxido de carbono –– principal contribuyente al calentamiento global ––, reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero y proporcionaría un sustituto de los combustibles fósiles que los crean.

 

«Llamamos a esto una hoja artificial porque imita las hojas reales y el proceso de fotosíntesis», dijo en un comunicado Yimin Wu, profesor de ingeniería en la Universidad de Waterloo. Una hoja real produce glucosa y oxígeno. Producimos metanol y oxígeno «.

 

¿Qué es la fotosíntesis? 

 

Es lo que permite a las plantas producir su energía. Con los rayos del sol y el agua, pueden capturar CO2.

 

 

¿Esto es nuevo?

 

Reproducir la fotosíntesis no es una idea nueva. En la década de 1990, un equipo estadounidense logró producir hidrógeno con estos mecanismos, recordó la revista «Sciences and Future», y se perfeccionó a partir de entonces. 

 

Sin embargo, esta tecnología se enfrentó a la dificultad de la industrialización. Su relación de energía también fue negativa, es decir que consumimos más energía de la que produjimos.

 

No obstante, el proceso de Ontario es económico y no requiere electricidad. Por lo tanto, los científicos tienen grandes esperanzas de poder industrializar su método.

 

«Estoy extremadamente entusiasmado con el potencial de este descubrimiento revolucionario», dijo Wu. «El cambio climático es un problema urgente y podemos ayudar a reducir las emisiones de CO2 mientras creamos un combustible alternativo».