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INAH confirma que tejo de oro encontrado en 1981 es vestigio de la Noche Triste

Muy Interesante | 09/01/2020 | 21:46

En un comunicado, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), confirmó que un tejo de oro hundido hace 500 años en los canales de Tenochtitlan es un vestigio del expolio español durante la «Noche triste».

 

Tras la muerte de Moctezuma, los españoles huyeron en la llamada Noche Triste a manos del ejército mexica, ocurrida entre el 30 de junio y la noche del 1 de julio de 1520.

 

Tecnología de punta para su conformación

 

Por su parte, el doctor Leonardo López Luján, director del Proyecto Templo Mayor (PTM), explicó en un comunicado que, a pesar de la ubicación del hallazgo, al norte de la Alameda Central, en correspondencia a la ruta de la fuga; y las características propias del tejo de oro, la cuales coinciden con bastante exactitud a fuentes históricas, se consideró necesario hacer nuevos estudios con tecnología de punta para autentificarla.

 

Además, explicó que desde mediados de la década de 1970 se han efectuado estudios sistemáticos de la composición química de varias colecciones arqueológicas, «poniendo énfasis en su contenido porcentual relativo de oro, plata y cobre».

 

Para asegurar el momento histórico al que pertenece el lingote se hizo uso del equipo portátil bautizado como «Sandra», dotado de Fluorescencia de Rayos X (XRF), «una probada técnica multielemental de alta sensibilidad, no destructiva, no invasiva y sumamente rápida».

 

Curiosidades y características del tejo de oro

  • El lingote pesa 1.930 kilos.
  • Se descubrió el 13 de marzo de 1981, durante la construcción de la Banca Central (Bancen). 
  • Francisco Bautista, uno de los trabajadores –– ahora fallecido ––lo encontró a 4.8 metros de profundidad y se encargó de entregarlo a los arqueólogos.

Los resultados coinciden

 

“En fechas recientes realizamos 23 lecturas de XRF en regiones distintas de esta pieza y, se descubrió  que era muy homogénea químicamente: 

  • Composición promedio de 76.2 ± 1% de oro, 20.8 ± 1% de plata y 3.0 ± 0.5% de cobre. 

Si se comparan estos valores con los consignados en la gráfica de zonas geográficas mesoamericanas de uso, nos percataremos que el lingote se sitúa dentro del grupo de piezas recuperadas por el Proyecto Templo Mayor.”

 

“Más interesante aún es, que se localiza perfectamente en la región ocupada por nuestras piezas más tardías, las de la etapa VI (1486-1502 d.C.), y particularmente por las halladas en torno al monolito de la diosa Tlaltecuhtli, como es el caso de las ofrendas 122, 123,125 y 149. Lo anterior es significativo, pues el lingote habría sido fundido entre 1519 y 1520 d.C.”, detalló López Luján.

 

La ubicación del hallazgo concordaba con el camino seguido por Cortés y sus hombres: el canal de Toltecaacaloco; quedando sepultado, hasta que casi 460 años más tarde don Francisco lo descubrió.

 

El “tejo de oro” llegó a las manos del director general del INAH, Gastón García Cantú, quien a su vez le informó al mandatario López Portillo.

 

Dato extra

 

Según la descripción de Bernal Díaz del Castillo los tejos medían tres dedos de ancho, equivalente a 5.4 cm, justo lo que mide el tejo de oro encontrado en 1981.

 

Asimismo, en el Códice Florentino ilustra que, una vez consumada la venganza, los mexicas regresaron a los canales a buscar los objetos expoliados.

 

«Es curioso, uno de ellos aparece portando una espada en la mano derecha y un “barrete de oro” en la izquierda”.