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Señales de que la estás acosando y deberías detenerte

GQ | 04/01/2020 | 16:12

Quizá sientes que "se está haciendo la difícil" o que tus encantos deben funcionar en algún momento, pero en realidad la estás incomodando.

¿Cuántos hombres no se sienten el mayor conquistador de la Tierra? ¿Cuántos no creen que se merecen la atención de todas las mujeres? Miles, millones. Y todos ellos acosan a montones de mujeres todos los días sin darse cuenta de la violencia que ejercen: las incomodan, las fuerzan a ser amables, las presionan para salir, cuando en realidad no están interesadas. No seas uno de esos hombres. Si tienes alguna de las siguientes actitudes, es momento de detenerte y cambiar; pensar en la forma en la que estás acercándote a ellas, y cómo puedes hacerlo mejor sin acoso.

 

Estas siendo demasiado intenso y ella no te da paso

Escribir siempre aunque no te responda, preguntar cosas, reaccionar mal si no te quiere contestar. Puede que creas "me sigue escribiendo, debo gustarle", y quizá deberías preguntarte si sólo está siendo amable y que no está siendo grosera por miedo a la forma en que reacciones (especialmente en estos tiempos). Si ves que ella no te responde con la misma energía con la que tu le hablas, lo mejor sería intentarlo con alguien más (sin ser intenso y viendo si ella se ve abierta).

 

Lo clásico de un tipo acosador:

"¿No te vas a despedir bien?" "¿Te pega el novio?" "Ándale, dame un beso", son las peores frases que puedes decir a una mujer. Si no se quiso despedir "bien", debe ser por algo. Si tiene novio, respeta su espacio, y si no tiene, también. Y uno no anda pidiendo besos por la vida. No seas ese individuo.

 

Piropos sin respuesta

En cualquier lugar: calle, escuela, oficina. Los piropos son una forma de acoso, especialmente si no conoces a esa persona, o si tienen una relación profesional. Una cosa es un halago sutil amistoso y otra cosa es una frase salida de una serie de televisión. Además es de mal gusto, y si crees que "sólo les gustan los piropos de los guapos" piensa en que no a todas les gusta que un extraño les haga un cumplido de la nada, y que puede hacerlas sentir incómodas, sin importar cómo se vea el individuo.

 

Estás ebrio y crees que eres el mejor conquistador

Piensa en la última vez que alguien borracho se acercó a hablarte mientras estabas sobrio. Puede que te haya incomodado un poco, ahora imagina si empieza a coquetearte o a intentar conquistarte mientras está convencido de que es el mejor. No suena nada bien ¿o sí? Si lo vas a hacer, mínimo que sea sobrio.

 

Si insistes en llevarla a su casa

Si la respuesta es no, no tienes que hacerlo, ni seguirla, ni nada parecido. Recuerda que ya no son tiempos en "que se hagan las difíciles", y si quisiera, te diría que sí. No la sigas, ni nada parecido. Simplemente sigue adelante con otra persona.

 

Si te aprovechas de tu posición de poder

Si eres su jefe, si eres un cliente, o en cualquier situación en la que ella –por responsabilidad– tenga miedo de decirte que no, es acoso, particularmente cuando se encuentran dentro de esa dinámica de poder. No es lo mismo coquetear con una persona aleatoria en la calle que con alguien que trabaja para ti y que –por ende– tiene que mantenerte contento y cómodo.

 

Haces contacto físico pero ella no

A menos que ella no esté siendo recíproca con el contacto físico (y de hecho parece alejarse cuando la tocas), la estás acosando. Además, si la acabas de conocer, cierta cantidad de contacto físico puede parecer demasiado. Si le tocas la cintura y se aleja, si tratas de acariciar su cabello, y –por supuesto– si te acercas mucho y ella no está haciendo nada, por favor detente. Si ella quiere algo, hará que lo notes. Puedes intentarlo, pero si ves que la respuesta no es positiva, sigue adelante.

 

Crees que caerá con tus miradas

La observas interminablemente, te la comes con la mirada, creyendo que en cualquier momento ella se acercará a ti. Lamentamos decirte que ese truco no funciona y las incomoda bastante, especialmente cuando pasa en la calle, en el transporte, o en cualquier situación que no llame a un coqueteo. Puede que creas que es inofensivo, pero imagina que alguien te observa constantemente. No. No es agradable.

 

Ya lo intentaste varias veces y no existe respuesta

"No me ha dicho que no", quizá piensas, y por eso sigues insistiendo, pero si le has pedido varias veces que salgan y no has obtenido respuesta (te deja en visto o cambia el tema), la respuesta es no. ¿Por qué no lo dicen? Porque muchas veces las mujeres (y nosotros) tenemos miedo de la respuesta de la persona después de decirle que no. Ellas especialmente, temen una respuesta molesta (tal como sucede con los idiotas que comienzan a insultarlas cuando no les hacen caso), así que mejor evita incomodarla más y sigue adelante.

 

La palabra clave aquí es consentimiento. Hasta el momento en el que tengas claro que ella está cómoda y que está abierta a que tengan una relación, no tienes permiso de trasgredir su espacio ni de presionarla, ya que eso es acoso. No es difícil darse cuenta cuando una mujer está incómoda, así que si ves un poco de eso, detente, piensa en lo que haces e inténtalo de una forma más amigable. Si no funciona, a lo que sigue.