Odiar a tu ex es bueno para tu salud, lo dice la ciencia

Seguramente ya sabes que ser amigo de tu ex te hace un psicópata, odiarlo, por otro lado, tiene muchos beneficios. Odiar a tu ex no te hace una mala persona, te hace una sana.

Seguir siendo amigo de tu ex es complicado, siempre existe la posibilidad de que uno no haya superado al otro, que queden atrapados en una extraña relación codependiente y que no puedan avanzar en sus vidas porque siempre tienen la presencia del otro ahí, recordando los buenos y malos tiempos y preguntándose si hay posibilidades de volver.

Querer ser amigo de tu ex, según la ciencia, podría ser una señal de que eres un psicópata (de que amas torturar a lo demás emocionalmente, aunque sea muy en el fondo). Por otro lado, la ciencia dice que odiar a esa persona que te rompió el corazón es una parte importante del proceso para superarla y es muy bueno para tu salud mental.

Una de las reglas no escritas, pero muy reales, de la amistad dice que tus amigos siempre deben odiar a la persona que te rompe el corazón, deben decirte que eso es. Lo mejor que te pudo pasar, que te mereces algo mejor y que no vale la pena sufrir por alguien así, esto te ayuda a ver a la otra persona de una forma diferente y a comenzar a superar la situación y a sentirte mejor, la ciencia dice que eso es más que una teoría, tus amigos tienen razón y odiar a tu ex es bueno para tu salud, tanto física como mental.

De acuerdo con un estudio publicado en Cognition and Emotion, es importante que dejes de pensar bien de la persona con la que tuviste una relación que fracasó. El estudio encontró que las personas que odiaban a su ex o tenían sentimientos negativos hacia ellos después de terminar la relación tenían menos posibilidades de sufrir de depresión y estrés, y, a la larga, mantenían una mejor salud mental que quienes querían seguir manteniendo una buena imagen de sus exparejas.

El estudio dice que “Dada la importancia de las evaluaciones negativas en el ajuste posterior a la ruptura, el trabajo futuro debería explorar si los amigos y familiares podrían ayudar a las personas a adaptarse a una ruptura reciente llamando la atención sobre los aspectos negativos de la relación anterior”.

Seguramente ya sabías esto, pero ahora tienes evidencias científicas para comprobar que tu ex es la bruja que tus amigos dicen y debes odiarla un poco.

Otro estudio de la Universidad de Graz publicado en el Social Psychological and Personality Science dice que es más común que las mujeres odien a su ex que los hombres, debido a que "es más probable que las mujeres mantengan actitudes amorosas 'pragmáticas', incluida una preferencia más fuerte por relaciones a largo plazo y más exclusivas", mientras que los hombres son más propensos a "respaldar una actitud de juego en el amor y valoran más el sexo como un acto físico que da placer”, esto significa que, para las mujeres, una relación fallida es también una gran perdida de tiempo y culpan a sus parejas por eso (eso las ayuda a buscar algo diferente en el futuro y a poder superar la relación más rápidamente), mientras que los hombres ponen más atención en los beneficios que recibieron de la relación.

Los hombres, por otro lado, “permanecen emocionalmente apegados por más tiempo" y "tienen menos probabilidades de creer que su ex pareja no era adecuada para ellos", lo que les crea más dificultades para poder avanzar emocionalmente.

De acuerdo con Psychology Today, si no odias a tu ex, en especial a un ex tóxico, tu salud mental sufre (tienes más depresión y ansiedad), tu salud física se ve afectada (el estrés de la relación afecta tu estilo de vida, rendimiento y horas de sueño), tus relaciones con otros se vuelven más complicadas (en especial si ellos intentan ayudarte a superarlo) y no puedes avanzar y crear nuevas relaciones (porque nadie quiere que tu ex aparezca, metafóricamente, en la primera cita).

En pocas palabras, no querer ser amigo de tu ex, saber de ella o seguir pensando que es lo mejor que vas a encontrar puede arruinar tu vida, así que empieza a escuchar a tus amigos cuando te dicen que no vale la pena.