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internacionales

Afganistán celebra funeral de Estado al cooperante japonés muerto en ataque

EFE | 07/12/2019 | 11:01

Las autoridades afganas celebraron este sábado un "funeral de Estado" en honor del fundador de la ONG Servicio Médico Japonés de Paz (PMS), Tetsu Nakamura, asesinado el miércoles pasado junto a cinco compañeros en un ataque armado contra el convoy en el que viajaba en el este del país.
 
"Hoy es un día de dolor y tristeza. El doctor Nakamura fue una gran persona, que dedicó toda su vida a la prosperidad de la nación afgana y a las personas más necesitadas y la reconstrucción de este país", dijo el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, en su discurso en el aeropuerto de Kabul, donde se celebró la ceremonia.
 
Ghani, que portó a hombros el ataúd de Nakamura cubierto con una bandera afgana, expresó sus condolencias a la familia, a Japón y a su primer ministro, "en nombre de la nación afgana".
 
El presidente se refirió a Nakamura como un "héroe de Afganistán". Por ello, le concedió la ciudadanía del país asiático en octubre de este año como reconocimiento a sus servicios a favor de la reconstrucción del país a través de numerosos proyectos de gestión del agua y de desarrollo agrícola.
 
Ghani recordó que Nakamura ayudó a "cientos de miles" de personas pobres a encontrar medios de subsistencia y consiguió que se plantaran "cientos de miles" de árboles después de que "controlara" el cauce del río Kunar para el riego de los campos yermos, que convirtió en tierras agrícolas.
 
El mandatario, durante la ceremonia en la que también estuvieron presentes la esposa y la hija de Nakamura, prometió que su gobierno llevará a los culpables del ataque ante la justicia. "El valiente ejército, la policía y la inteligencia de Afganistán identificarán a estos traidores (atacantes) y los llevarán ante la justicia", dijo.
 
El cooperante japonés, de 74 años y que había servido en Afganistán durante casi tres décadas, fue asesinado el miércolesun grupo armado desconocido por el momento, en la ciudad de Jalalabad, en la provincia oriental de Nangarhar, junto con cinco personas, entre ellos su conductor, tres guardaespaldas y un compañero.
 
Ningún grupo reivindicó la responsabilidad del ataque.