Naya y Pepe Olivo personajes añorados

Nuestros mayores solían decir que “todo tiempo pasado fue mejor” adagio que hoy más que nunca cobra vigencia en San Luis Potosí en materia de inseguridad pública que ya ha permeado todo sitio público en los que nadie se siente seguro pues está expuesto a ser asaltado, particularmente en los restaurantes de todos los niveles, lo que hace dos o tres décadas ni en sueños se pensaba que pudieran ocurrir.

Ciertamente, como se apunta arriba estuvimos mucho mejor cuando la preservación de la seguridad pública  se puso bajo la responsabilidad de personajes en algunos casos controvertibles pero aceptablemente conocedores del estado y de los potosinos.

Por ejemplo, todavía mucha gente extraña la época en que el legendario comandante Miguel Naya Guerrero comandó la dirección de seguridad pública del estado donde durante largos años mantuvo a raya a la delincuencia y más tratándose de incursiones de delincuentes foráneos como las que se dan actualmente mismos que, al ser capturados, los llevaban a los límites del estado exhortándolos a volver a su lugar de origen con la advertencia de en caso de regresar y ser detenidos iría a parar tras las  rejas por una larga temporada lo que sirvió para consolidar esa etapa de tranquilidad social que hace desear el retorno de Naya Guerrero al aparato de seguridad pública de SLP. Lo que, sin duda aceptaría hacer si se lo propusieran formalmente.

Otro personaje que impuso un sello muy personal a la forma de combatir la delincuencia fue el durante varios años en los ochentas director de la policía judicial José Olivo Méndez Rico quien aseguraba que a la delincuencia no se le acaba sino que se le controla estilo con el que marcó una época pues en el cargo no hubo casos graves delincuenciales que no fuera resuelto por él y su equipo.

Si bien, aunque los mencionados jefaturaban las corporaciones policiacas, desde luego que se registraban actos delictivos pero ni en la peor pesadilla con la frecuencia y los lugares donde se comenten por estos días toda vez que no se salvan de asaltos ni los restaurantes de lujo como tampoco  las taquerías populares que son asaltados casi impunemente de tal suerte que ya impera un psicosis entre los potosinos temerosos de salir a comer o cenar por el riesgo de sufrir un asalto sin importar el lugar al que vayan, lo que afirma la razón que tienen los que extrañan a los ex jefes policiacos Naya Pepeolivo Méndez y aún WaldemarRodríguez Inurrigarro con su discutido” convoy de sobrevigilancia” con el que bajó los niveles de delitos cometidos por pandilleros en la ciudad.