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Muy Interesante | 03/12/2019 | 23:00
Después de prueba tras prueba, un grupo de científicos de la Universidad de California, descubrió cómo es que los geckos usan su tamaño y fuerza para elevarse y moverse a través del agua a velocidades impresionantes.
Estos reptiles pueden moverse a través de la superficie de un cuerpo de agua utilizando un movimiento de bofetadas para elevar sus cuerpos, creando una burbuja de aire que genera fuerza adicional.
Jasmine Nirody, miembro de Rockefeller en física y biología y su equipo registraron y cuantificaron los movimientos del gecko o geco.
El estudio, publicado en Current Biology, describe una combinación de técnicas que las criaturas usan para lograr esta y otras maniobras únicas.
¿Habilidades innatas?
Los investigadores registraron y cuantificaron el movimiento de los animales después de que Adrian Jusufi, un colega, vio un gecko galopante mientras estaba de vacaciones en Singapur.
Jusufi grabó al pequeño lagarto mientras se lanzaba entre los árboles en un área inundada y se lo mostró a sus colegas cuando regresó a casa.
Los investigadores se sorprendieron de que un animal de ese tamaño, demasiado grande para depender solo de la tensión superficial y demasiado pequeño para levantarse por la fuerza, pudiera realizar estos movimientos.
(Coleonyx mitratus) Imagen: Getty © Proporcionado por Muy Interesante (Coleonyx mitratus) Imagen: Getty
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Estudios de agilidad
El equipo adquirió algunos geckos y un tanque, y «se dispuso a reproducir el comportamiento poco probable de los animales en el laboratorio».
Descubrieron que los gecos sostienen su cabeza por encima del agua y extienden sus extremidades para golpearla rápidamente y propulsarse.
«Cuando golpean el agua, en realidad crean una burbuja de aire, que genera fuerza adicional y ayuda a su cuerpo a mantenerse por encima de la superficie», dice Nirody.
El arma secreta
Asimismo, el darse cuenta de que los geckos deben emplear estrategias complementarias para mantenerse a flote, los investigadores consideraron el arma secreta explotada por los animales en el otro extremo del espectro de tamaños: la tensión superficial.
Para solidificar esta teoría, colocaron a los geckos en agua jabonosa, la cual tiene una tensión superficial más baja.
Acto siguiente, los reptiles ya no podían sostenerse, lo que sugiere que la tensión superficial los ayudaba a mantenerse por encima del agua.
Sin embargo, después de realizar cálculos, los investigadores no pudieron explicar completamente la impresionante elevación del gecko, lo que los llevó a descubrir una característica más que contribuye a la agilidad acuática del animal: su piel.
«Los geckos tienen esta increíble piel superhidrofóbica que repele el agua y mejora su capacidad de mantenerse por encima de la superficie», finalizó Nirody.
