¿Por qué el hipo es importante para el cerebro?

HIPO: UN REFLEJO IMPORTANTE

En un nuevo estudio, reveló que el hipo es crucial para el desarrollo cerebral en los bebés, lo que desencadena actividad eléctrica en el cerebro que ayuda a los niños a regular su respiración.

La doctora Kimberley Whitehead, autora principal del estudio, dijo:

«LAS RAZONES POR LAS QUE TENEMOS ESTA CONTRACCIÓN ESPASMÓDICA NO ESTÁN DEL TODO CLARAS, PERO PUEDE HABER UNA RAZÓN DE DESARROLLO, DADO QUE LOS FETOS Y LOS RECIÉN NACIDOS LO TIENEN CON TANTA FRECUENCIA».

Los bebés prematuros (quienes nacen más de tres semanas antes de la fecha de parto) son particularmente propensos al hipo, ya que pasan aproximadamente el 1% de su tiempo, alrededor de 15 minutos al día, con hipo.

RESULTADOS DE INVESTIGACIÓN / OBSERVACIÓN

El presente estudio incluyó a 13 recién nacidos en una sala de neonatología que tuvieron un ataque de hipo.

Los bebés eran prematuros, con un rango de edad gestacional de 30 a 42 semanas (equivalente), por lo que su desarrollo podría reflejar lo que es típico en el último trimestre del embarazo.

Su actividad cerebral se registró con electrodos EEG (electroencefalografía) colocados en el cuero cabelludo, mientras que los sensores de movimiento en los torsos de los bebés proporcionaron un registro vinculado de cuándo tenían hipo.

Asimismo, los investigadores descubrieron que las contracciones del músculo del diafragma a causa de este movimiento provocan una respuesta pronunciada en la corteza cerebral: dos grandes ondas cerebrales seguidas por un tercero.

Como la tercera onda cerebral es similar a la provocada por un ruido, el cerebro de un bebé recién nacido puede vincular el sonido ‘hipo’.

Kimberley Whitehead dijo: «Nuestros hallazgos nos han llevado a preguntarnos si el hipo en los adultos, que parece ser principalmente una molestia, puede de hecho por un reflejo vestigial, sobrante de la infancia cuando tenía una función importante».

Los detonantes más frecuentes del hipo que dura menos de 48 horas son:

Tomar bebidas con gas

Beber demasiado alcohol

Comer demasiado

Agitación o estrés emocional

Cambios bruscos de temperatura

Tragar aire al mascar goma o chupar caramelos