Ante el incremento de la lectura por el uso de medios electrónicos, el reto es garantizar que esta propicie un mayor desarrollo científico o intelectual que se traduzca en beneficio para la población, señaló el coordinador de la Hemeroteca Nacional de México, Dalmacio Rodríguez Hernández.
En entrevista con Notimex, en el marco de la conmemoración del “Día Nacional del Libro” y el 371 aniversario del natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz, dijo que por las redes sociales los Mexicanos hoy leen más que hace algunos años, pero eso no significa que esos procesos de lectura lleguen a los objetivos que buscamos en áreas del conocimiento".
El académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advirtió que no se está logrando que lo que leemos nos abra una capacidad de aprendizaje permanente, a un mejor desarrollo de los procesos cognitivos, o a temas que permitan consolidar una ciudadanía mejor.
Al aclarar que no necesariamente todo tema de lectura se asocia a beneficios inmediatos, consideró que una de las metas que se tienen que concretar es la de establecer programas de fomento a la lectura, pero no sólo por cantidad, sino también por calidad y contenido.
En ese sentido, el también investigador explicó que en materia de estadísticas se habla mucho de un incremento de lectura, pero a partir de que ha aumentado la compra de libros, “sin que se sepa realmente si comprar un libro equivale a leer un libro”.
Dijo que a la larga tampoco se puede equiparar cuando se acumulan libros en casa, “como si tener libros en casa equivaliera a leerlos todos, o si sólo leyéramos en casa”, además de que también se omiten aspectos como la lectura de periódicos o revistas.
El tema que tenemos que precisar y resolver es “qué es lo que estamos leyendo y para qué lo estamos leyendo. Y ahora tendríamos que medir cuál es el impacto que tenemos a través de la lectura”.
Por esa razón, Rodríguez Hernández expuso que el fomento a la lectura debe ir acompañado de programas que contemplen ciertas metas específicas de lo que queremos lograr a nivel de educación, de ciencia o incluso a nivel de vida cotidiana.
Independientemente de todo esto, no dejó de reconocer que últimamente las cifras de lectura revelan un incremento alentador, “pero todavía estamos lejos de los estándares de información internacionales”.
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